jueves, 1 de mayo de 2008

TRUJILLO 3: "MONO AMARRADO Y LEON"

Trujillo siempre siguió con éxito el consejo de Talleyrand a Napoleón, de que: “con las bayonetas se puede hacer todo, menos sentarse sobre ellas.” Trujillo hizo siempre que otros se sentaran sobre estas y usó su poder ilimitado para conseguir y mantener aquel control absoluto que caracterizó su Era. Fue la guardia con sus armas, su sostén y fortaleza en todo tiempo y circunstancia.

La cabeza nominal del Golpe de Febrero, Estrella Ureña, asumió la Presidencia Provisional de la República y organizó las elecciones de mayo de 1930, en la que Trujillo – Jefe del Ejército - fue candidato contra las fuerzas leales a Horacio Vásquez de la Alianza Nacional Progresista. Los opositores de Trujillo fueron obligados a retirarse por no existir las condiciones para unas elecciones limpias a causa de los atropellos y asesinatos causados por la banda paramilitar de forajidos “La 42” cuyo cerebro director era el propio Jefe del Ejército, convertido en el único candidato virtual. Un crimen horrendo fue el del candidato senatorial opositor, Virgilio Martínez Reyna muerto junto a su esposa embarazada. Con este horrible telón de fondo, gana Rafael Trujillo aquella farsa electoral e inicia un calvario de treinta años para el pueblo dominicano.

Quizás la única lección derivada de estos hechos históricos es que no aprendemos nunca nada de la Historia, la cual nos dice siempre que no puede haber elecciones libres cuando uno de los candidatos controla los recursos del Poder, porque se trata sencillamente de una lucha entre

MONO AMARRADO Y LEON

Trujillo con sus matones
y su moderno arsenal
una farsa colosal
hizo de esas elecciones
lucha de fieros leones
contra ese mono amarrado
que era el rival silenciado
y fue lógico prever
que un hombre de tal Poder
se alzaría con el Estado.

En discurso eleccionario
proclamó con voz muy firme
“no habrá peligro en seguirme”
peligroso es lo contrario.
De un pueblo un triste calvario
inició esa alocución
su primera indicación
que él no era fugaz cometa
y sobre sus bayonetas
sentaría a esta nación.

Nos gusta más de lo mismo
pues es débil la memoria
no aprendemos de la Historia
nos fascina el caudillismo
y el funesto continuismo
que inició la sumisión
esa triste condición
que nos impuso Trujillo
y aquel eterno estribillo
pidiendo su reelección


Rafael Martínez Céspedes 27 de abril de 2008

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡¡Ay que frágil es la memoria!!