sábado, 30 de noviembre de 2013

EVITEMOS LA LOCURA

En el año 1962 unos    cineastas italianos, produjeron un documental, titulado Mondo Cane (Perro Mundo) que fue un resonante éxito internacional. En dicho film se presentan innumerables escenas de este mundo loco que rayan en el sub realismo: Sacrificio y desuello de perros para comérselos en Taiwán,  encierro de los toros en los Sanfermines de España,  en Nepal decapitación de toros con fines rituales, en los EUA transformación de carros de chatarra en pequeños cubos, en Europa pintura de cuadros abstractos utilizando mujeres desnudas y embarradas de pintura a guisa de pincel; rituales a un avión caído por parte de aborígenes de Nueva Guinea y así por el estilo. El vídeo del referido documental puede verse en youtube.com pinchando la flecha al final de esta entrada.

Si fuésemos a actualizar ese famoso documental, podríamos agregar el acto terrorista que destruyó las Torres Gemelas de New York, la estúpida invasión por George Bush a Irak, los escándalos de pederastia en la Iglesia Católica, la popularización de los matrimonios entre personas del mismo sexo y para aportar un poco de sabor tropical a este loco popurrí, la insistencia del Gobierno de la República Dominicana en seguir defendiendo contra toda lógica jurídica y contra su propio interés en materia de relaciones internacionales,  una controversial sentencia de su flamante Tribunal Constitucional que –sin conseguir que uno sepa ningún fin práctico – despoja de forma retroactiva  de su ciudadanía a miles de ciudadanos dominicanos de origen haitiano.

Como se puede ver, esta conducta irracional de los seres humanos, este atentar contra nuestros propios intereses, esta locura endémica que se verifica en todas las latitudes, parece ser el tema central recurrente, el leitmotiv, que gobierna nuestra conducta individual y social.

Una de las mentes más brillantes de todas las épocas, fue la del filósofo, humanista y teólogo holandés conocido como Erasmo de Rotterdam (1466-1536), quien entre sus múltiples obras escribió una que tituló “Elogio de la Locura”, que en otras acepciones es conocida como “Elogio de la Necedad” y que, en cualquier caso, es una fina sátira a ese aspecto irracional con que los seres humanos manejamos nuestra involuntaria estadía en este bello y maltratado planeta. 

En su obra, Erasmo presenta una lista de  las "ventajas" de la Locura sobre la Razón; señala cuán felices son los hombres cuando viven arropados por ella, situación de la que “no escapan ni siquiera los Filósofos, ni los Teólogos, ni los Papas,  ni los Reyes ni los Príncipes”

En el pequeño libro “el personaje que representa la Locura” se hace acompañar en “su tarea de hacer más agradable la vida del género humano por otros no menos comunes como son la Adulación, el Amor Propio, la Pereza, el Olvido, y el Orgullo y la Arrogancia” (me gustaría añadir la Impunidad)  y se lamenta de quienes reniegan de la locura, pese a ser grandes beneficiarios de sus dones; resalta que las mujeres prefieren la compañía de los necios; denuncia a los comerciantes, describiendo cómo son sus donaciones la llave para seguir cometiendo sus fechorías; del clero, desde los frailes hasta el Papa, quienes muestran qué están tan cerca de la vanidad como lejos lo están de Jesucristo”.

Como vemos, no debemos quejarnos si pasa por nuestra mente que el gobierno de este mundo parece obra de locos, ya que lo es en realidad.  Y en nuestro caso particular, solo pedimos que

¡¡EVITEMOS LA LOCURA!!

Erasmo con amargura
después del mundo observar
terminó por elogiar
a su Reina la Locura
pues la falta de cordura
toca a más de un gobernante
toca al rico comerciante
toca al Rey y toca al Papa
ya que casi nadie escapa
de su influjo alucinante.

A ella la engendra el Poder
que da orgullo y arrogancia
ya que el Jefe en cada instancia
todo lo cree saber
todo El lo puede ver
con divina claridad
y asesina la Humildad
pues decir “me equivoqué”
o confesar "no lo sé"
piensa que es debilidad.

Si matamos la Razón
viene dura consecuencia
o desata una sentencia
en un vaso un gran ciclón
Si fanatismo o pasión
forman negro vendaval
o la locura global
reemplaza el juicio prudente
a ello sigue ciertamente
siempre un conflicto letal.

Rafael Martínez Céspedes
30 de noviembre de 2013

Referencias:
Sobre la vida de Erasmo de Rotterdam, consultar:
Sobre la obra “Elogio de la Locura”
Elogio de la Locura: Obra complete en pdf:
Sobre el Documental Mondo Cane:
http://es.wikipedia.org/wiki/Mondo_Cane
VER VIDEO:


miércoles, 27 de noviembre de 2013

¿JAIME BAYLY PRESIDENTE?



De un viaje distante al Perú recuerdo su enígmatica capital Lima, con su suave clima y su rica gastronomía: cebiche de pescado o camarones, sus "anticuchos" callejeros, su pisco sour enervante. Recuerdo un magnífico Museo del Oro, entonces en manos privadas, una multimillonaria colección situada en una rica estancia de bellos jardines con llamas pastando tranquilamente, mientras en las calles de Lima los inditos pobres colgados en bolsas en las espaldas de sus tristes madres, mostrando sus tiernos cachetes color mezcla de sucio y rosado, mendigaban alrededor de un parque. Me estremeció el fuerte contraste y pensé en nuestra propia pobreza tropical cuyos niños no tienen que soportar el frío.

Del país de Raúl Haya de la Torre y su famosa revolución "aprista", recuerdo los altibajos de sus diferentes gobiernos, sus golpes de Estado, al profesor Fujimori y su meteórico ascenso al Poder y su posterior caída y calamitosa ruina. En Perú, como en toda la América Latina, los gobiernos de turno siempre hacen espantosos acuerdos de aposento con las élites del Poder para mantener un absurdo estilo de vida que no permite que las riquezas del país lleguen a los tantos desposeídos de la fortuna. Nadie en nuestro sub continente hace un esfuerzo consciente para cambiar en algo estas cosas, ni siquiera con el cínico propósito de poder seguir disfrutando un poco más su ventajosa posición.

Ahora de ese mismo Perú, viene la noticia de que Jaime Bayly, el controversial comunicador, que ha hecho escándalos con sus confesiones sobre su alegada bisexualidad, planea lanzarse al ruedo para alcanzar la presidencia de su país. Dice que "los militares del Perú, como en toda América Latina, constituyen un cáncer social pués sólo saben vivir del Erario Público sin trabajar y su única función conocida es dar Golpes de Estado." Dice que daría amnistía al hoy preso, ex Presidente Fujimori; que permitiría la unión entre personas del mismo sexo y que como "libertario de izquierda" haría todo lo que esté a su alcance para abrir los ojos a la élite gobernante peruana en su eterna y peligrosa miopía de no ver que en el Perú, sin caer en el cinismo, también deben cambiarse urgentemente las cosas para que permanezcan temporalmente igual. Mientras tanto, la pregunta inevitable de todos los latinoamericanos es

¡JAIME BAYLY PRESIDENTE?

Jaime Bayly de repente
un confeso homosexual
quiere en su Perú natal
llegar a ser Presidente
y permitirá a la gente
del mismo sexo casar
va a Fujimori a soltar
y al Ejército Peruano
con un golpe de su mano
dice va a desmantelar.

Los presidentes machistas
dice que son bravucones
que han creado en sus funciones
sociedades elitistas
donde jefes populistas
ofrecen revolución
la lógica reacción
a una clase con miopía
que es la vieja oligarquía
en su eterna explotación.

Jaime Bayly el bisexual
dice que muchas mujeres
disfrutan ya de poderes
que ahora toca a un gay genial
y la pregunta vital
que todos querrán hacer
si Jaime llega al Poder
¿Quién compartirá su cama?
¿Quién será Primera Dama?
¿será un hombre o una mujer?


Rafael Martínez Céspedes
19 de febrero de 2010
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lunes, 18 de noviembre de 2013

EL JUEGUITO DE QUEMAR

Hoy me gustaría hablar de Heinrich Heine (1797-1856) , poeta judío alemán, considerado “el último poeta del romanticismo” y quiero comenzar esta entrada con una genial frase suya que retrata de cuerpo entero nuestra loca y peligrosa especie:

“La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca.”

Y una de las grandes vergüenzas de este mundo, ha sido la triste y larga historia de las denominadas “quemas de libros”, esa inútil búsqueda de mentes obcecadas por el poder, de pretender “quemar las ideas” ese paso previo a llevar a la hoguera a quienes disienten de las suyas.  Para mejor ilustrar la cosa, me he permitido copiar una definición sobre el tema y que dice:

La quema de libros es la práctica, generalmente promovida por autoridades políticas o religiosas, de destruir libros u otro material escrito; está vinculada al fanatismo ideológico y suele acompañar a muchos conflictos bélicos. La práctica generalmente es pública y está motivada por objeciones morales, políticas o religiosas, al material publicado. “


Nos cuentan los historiadores que ha existido ésta irracional práctica desde que el hombre es hombre, lo cual por supuesto no es excusa para continuarla. El emperador romano Dioclesiano, por ejemplo, en el 292 D.C. ordenó la quema de todos los libros de alquimia de la Biblioteca de Alejandría, mientras que en el 367 tuvo lugar la quema de todos las publicaciones cristianas, con la excepción de las que hoy constituyen el Nuevo Testamento, las cuales fueron reducidas a cenizas por orden del Obispo Atanasio. En el Siglo XV tuvo lugar en Florencia una importante quema de libros considerados “inmorales” en la llamada “Hoguera de Vanidades” promovida por el religioso extremista, el italiano Girolamo Savonarola. 

Con ese don profético con el que Dios dota siempre a los grandes poetas, Heinrich Heine escribió en 1821: “Ahí donde se queman libros se acaba quemando también seres humanos”.."(Dort, wo man Bücher verbrennt, verbrennt man am Ende auch Menschen.)

Y fue precisamente en la patria de Heine y contra de los de su raza o religión, donde se cumplió literalmente la profecía del gran poeta. El régimen nazi, el 10 de mayo de 1933, en la Bebelplatz de Berlín, llevó a cabo aquella famosa quema pública de libros de autores judíos u opuestos  a la ideología nazista, a cuya acción siguió encender las decenas hornos –similares a los de  Auschwitz o Treblinka-donde fueron exterminados como parte de la “solución final” millones de judíos y/o pertenecientes a “razas inferiores” y/o disidentes de la ideología que controlaba el Poder en la Alemania de Hitler.

Por supuesto que nuestra América no se queda atrás. Ahí tenemos como vergonzosa muestra las dictaduras militares de Pinochet en Chile y la de los criminales dictadores militares en la Argentina. Quemaron libros y al no poder quemar las ideas, quemaron entonces a quienes disentían de las suyas.  Vergüenza, vergüenza, otra vez vergüenza.

Nosotros, los dominicanos, que hemos sido tildados muchas veces de “ser demasiado isleños” parece que hemos decidido globalizarnos e incorporarnos – aunque un poco tarde, confieso – a esa tendencia histórica a la quema de libros, pues recientemente me enteré de un evento público donde fueron quemados libros del laureado escritor, Premio Nobel,  Mario Vargas Llosa, por un artículo que este escribió en el diario español “El País”, manifestando su desacuerdo con la sentencia del Tribunal Constitucional de la República Dominicana, la cual Vargas Llosa tildó de racista, xenófoba y sugirió motivaciones de tipo nazistas.  Sin embargo, pedimos a Dios que, como en otros casos de la historia, estos hechos no sean el preludio de algún conflicto bélico o preceda a la quema o muerte de quienes no estén de acuerdo con la controvertida sentencia. Tengamos, pues gran cuidado con

EL JUEGUITO DE QUEMAR

Eso de libros quemar
tiene larga y triste historia
que aunque hiera la memoria
hoy conviene recordar
porque a la hoguera llevar
las ideas de una mente
son ideas de un demente
que no acepta el disentir
para después exigir
que se queme al disidente.

En Berlín y Alejandría
muchos libros han quemado
aunque jamás han logrado
quemar una ideología
y cumplir la profecía
de Heide alemán genial
ya que en su tierra natal
incineraron millones
en los hornos y prisiones
de la Solución Final.

Con el fin de castigar
al escritor Vargas Llosa
aquí en nuestra isla hermosa
ya sus libros vi quemar
y muerte le piensan dar
al que a la Patria no es fiel
que hoy  dividida Babel
por sentencia han convertido
donde a Mario han sugerido
que devuelva su Nobel!

Rafael Martínez Céspedes
18 de noviembre de 2013

Referencias:


viernes, 8 de noviembre de 2013

NUEVA HORA 25


Nuestra condición de país pobre, pequeño y dependiente de muchas naciones “desarrolladas”,  nos ha obligado a ser una nación de emigrantes. Así lo confirman los miles de viajeros ilegales que arriesgan sus vidas en las olas del mar y las diásporas de criollos que pueblan grandes ciudades de los Estados Unidos, Europa y ya casi todo el mundo, quienes han sentido en carne propia la discriminación y penurias que deben sufrir todos los que se ven forzados a abandonar sus países de origen. 

Tratándose de un tema con una alta carga emocional, que desgraciadamente ha dividido el país en dos bandos al parecer irreconciliables, no había querido opinar sobre la controversial sentencia del Tribunal Constitucional de la República Dominicana, que según uno de los bandos, desnacionaliza a millares de ciudadanos que, buscando un mejor futuro, debieron pasar durante los últimos ochenta años por nuestro país. Me gustaría en su lugar llamar a la reflexión sobre el impacto humano de una obra de ficción – pero repetida en la realidad millones de veces por protagonistas de carne y hueso-  que tuvo un gran éxito en la década de los sesenta, titulada “La Hora Veinticinco” y que narra el drama de un campesino rumano y su familia, quienes sufren injustamente las consecuencias de la persecución nazi contra todos los no pertenecientes a la pura raza aria que sostendría el Tercer Reich por mil años. 

SINOPSIS DE “LA HORA VEINTICINCO” (1)

“Antes de iniciarse la Segunda Guerra Mundial,  cuando ya los Nazis habían iniciado la persecución de los judíos,  un campesino rumano, Janitz Morit,  recibe presiones del capitán de la policía de su pueblo,  quien acosaba sexualmente a la hermosa esposa de Janitz y, para deshacerse de este  y poder quedarse con ella, lo cataloga arbitrariamente como judío y lo envía a un campamento de trabajos forzados, lo cual en su condición de cristiano ortodoxo, el campesino niega de forma rotunda.

Mientras tanto en el campamento, los compañeros de prisión de origen judío lo acusan de renegar de su fe, pero Janitz les convence de que efectivamente no era judío ya que él era un  cristiano y, consciente de que todo era un error, realiza sus labores con cierta conformidad.

Al arreciarse la persecución de los judíos, el policía acosador viola a la esposa de Janitz y la obliga a divorciarse o a perder su granja. Mientras tanto, el campesino rumano, desesperado, se fuga del campo de concentración en compañía de algunos judíos húngaros. Al llegar a Budapest, sin embargo, la comunidad judía le niega su apoyo por su condición de cristiano, aunque las circunstancias le obligan a terminar en otro campo de concentración de nuevo  como judío. Sin embargo, en la nueva  prisión, un oficial de la SS lo somete a una prueba y determina que todo ha sido un error y que con Janitz se había cometido una grave injusticia pues él era de la raza aria, con lo que el hombre pasa de judío a ser parte del ideal racista ario de Hitler, lo sacan de la prisión y lo hacen miembro de las SS, apareciendo su fotografía en miles de publicaciones, como ejemplo de la pureza de esa raza.

Sin embargo, cuando los aliados derrotan a los nazis, los americanos lo procesan en Nuremberg y muestran como principal evidencia la fotografía de Janitz que apareció en todas las publicaciones de la SS. Al final de la trama, en el juicio que lo condenaría a muerte, la mujer de Janitz  explica en una carta todo su calvario y  el zarandeado rumano es finalmente liberado. Once años debieron transcurrir para que el rumano se reuniese con sus tres hijos en Alemania, donde acepta al nuevo miembro de la familia, el bebé nacido de la violación. Mientras permanecen mudos, un periodista americano que cubría el juicio los entrevista y pese a la insistencia del  fotógrafo, la familia no pudo sonreír, pues habían olvidado cómo hacerlo.”

NUEVA HORA VEINTICINCO

Que triste tiene que ser
ser de algún pueblo elegido
pobre, triste, perseguido
por los que tienen Poder
Igual de horrible ha de ser
ser un pobre refugiado
que es por todos rechazado
sin tener ya donde ir
ni saber cómo vivir
por decreto del Estado.

Ay que triste condición
la de aquel pobre inmigrante
igual que el judío errante
sin Patria ni protección
porque la constitución
que vienen de promulgar
acaba de decretar
que le impone penitencia
y le ordena por sentencia
que cese de respirar.

Si uno siembra iniquidad
como la Biblia lo advierte
cosecha dolor  y muerte
tristeza e infelicidad
Si olvida la caridad
la Patria una vez unida
será casa dividida
de un oscuro porvenir
donde el verbo sonreír
será actividad prohibida.
Rafael Martínez-Céspedes
8 de noviembre de 2013