domingo, 10 de abril de 2016

¿MORIRÁ EL MUNDO A "TRUMPADAS"?

En la parte de la Estadística Matemática donde se estudian los métodos utilizados para la proyección futura de datos en base a las tendencias históricas de los mismos, se hace énfasis en la diferencia existente entre predicción y pronóstico. La definición formal de predicción es “anunciar por revelación, conocimiento fundado, intuición o conjetura algo que ha de suceder”, mientras que la de pronóstico es “predecir algo futuro a partir de indicios”.

Aclaradas estas diferencias, anoto que apenas unos días del arranque de la campaña del señor Donald Trump como precandidato a la presidencia de los EUA, iniciada con un virulento ataque en contra de los inmigrantes mexicanos en suelo americano, en una entrada titulada “Los Mercaderes del Odio” en julio del 2015 pronostiqué su futuro éxito y su popularidad.  Anoto además que junto a la amenazante foto de Trump – porque viene muy bien al caso- inserté la foto de Heinrich Himmler y su frase: “La mejor arma política es el terror” *.

¿Cuáles son entonces los indicios que permiten pronosticar el éxito del billonario norteamericano? Simplemente el formidable poder transformador que han tenido siempre el odio y la violencia entre los seres humanos.

En términos históricos está aún fresco el recuerdo del prodigioso ascenso de Hitler y su camarilla al control casi total del planeta y al holocausto global que representó la terrible Segunda Guerra Mundial, sólo basados en su práctica sistemática del terror. Notemos que la retórica de Donald Trump sigue siendo incendiaria, xenófoba, violenta y sexista, pero aun así los medios le siguen dando cobertura especial y su popularidad sigue subiendo en las encuestas. En su superficialidad el señor Trump ha llegado a sugerir dotar de armas nucleares a países aún sin ellas, para que se defiendan por su propia cuenta, pero sus cifras siguen subiendo.

Lo peor del fenómeno “Trump” es que no pone únicamente al mundo en un peligroso trance, sino que su estilo ha contagiado tanto a los precandidatos de su propio partido, como a sus contendientes del Partido Demócrata. Ahí está, por ejemplo, la infantil actitud del sobrio y liberal precandidato Bernie Sanders quien al acusar a su rival Hillary Clinton de  su mismo partido “de no estar calificada para ocupar la Presidencia de los EUA”,  le confesó a la prensa que “lo había hecho porque ella también había dicho lo mismo de él”.

El señor Trump, en conclusión, ha puesto a los políticos de la nación más poderosa y mejor armada del planeta, a participar en un peligroso “juego de manos” y  al tema de “no quedarse dado” que practicábamos de niños. Pero, entregar el control de un armamento que puede destruir en un instante la civilización tal y como la conocemos sin embargo, como buen "juego de manos, es un juego de villanos". (**)

Nosotros desde aquí,  sólo podemos pedir que Dios ilumine en este peligroso parto al gran pueblo estadounidense para enfrentar  las cruciales decisiones que debe tomar en los días venideros.

Rafael Martínez Céspedes
10 de abril de 2016.

Referencias:
*
http://definicienciapopular.blogspot.com/2009/11/juego-de-manos-juego-de-villanos.html

lunes, 4 de abril de 2016

OPTIMISTAS Y PESIMISTAS

En los últimos días he tenido un interesante intercambio epistolar con dos viejos amigos sobre nuestra visión del mundo en general y sobre el futuro de la República Dominicana en particular.

Uno de ellos, un profesional de las Relaciones Públicas y las comunicaciones tiene una visión apocalíptica, ve en el panorama guerras y revoluciones e indica  que “el gran problema de nuestro tiempo es que ha cambiado la forma de relacionarnos, en función de nuestro apetito por el dinero y las cosas materiales. Hemos, por tanto, adoptado patrones éticos muy diferentes a los de antes. Ahora, todo se vale.”

El otro un profesional de la Economía y las Finanzas ve el mundo con el cristal color de rosa del indudable progreso material que ha experimentado la humanidad, y escribe “debo afirmar que el panorama que veo como país me es sumamente esperanzador y estimulante.  Lo disfruto todos los días y leer los periódicos es mi mejor desayuno. Todo depende de cómo uno interpreta lo que ve”.

Para entenderlos a ambos, creo que debemos inscribirnos en la escuela de pensamiento que afirma que  el problema fundamental de nuestros tiempos viene del hecho de que ese gran cambio en la forma de relacionarnos, a que alude el amigo pesimista, ha cambiado de forma radical los paradigmas en que habíamos edificado nuestro modelo de civilización.

Ahora por ejemplo, las guerras no son el modelo tradicional de dos adversarios enfrentándose con armas poderosas en un campo de batalla. Hoy la guerra cobra la forma  de un fanático que armado con instrumentos casi de ficción, se hace volar junto a cientos de personas en el centro de cualquier moderna urbe europea. Las revoluciones, por su lado, no se hacen en las lomas al estilo Fidel o Che Guevara. Ahora la lucha por conseguir la igualdad se libra mediante la violencia callejera por puestos de droga o asaltos contra indefensos transeúntes.

En estos días, igual que siempre, el oficio de político debe ser recompensado , pero ahora se hace  con astronómicas sumas y un blindaje permanente a costa del sudor de la mayoría.

Es que el mundo, para bien y para mal, ahora se dedica a jugar “pelota china” (Nota 1) y se ha creado un ambiente donde resulta un poco difícil ser optimista, lo que nos obliga por fuerza a practicar el carpe diem (Nota 2) , pues de lo contrario nos volveríamos tan locos como este siglo que nos ha tocado vivir.  

Rafael Martínez Céspedes
4 de abril de 2016

(1) Para los que no conocen el término les invito a dar un vistazo a lo que escribí hace ya 7 años en el enlace:

 http://decimasdominicanas.blogspot.com/2008/09/jugar-pelota-china.html

2) Ver más en 

http://definicion.de/carpe-diem/