sábado, 15 de septiembre de 2012

BON APPETIT HONORABLES!!




Me imagino que todos sabemos que es proverbial la afición de los franceses a la buena mesa. En efecto, cualquier ciudadano de Francia que se respete está al tanto de la trayectoria profesional de los chefs de cocina de importantes restaurantes y la calificación que hacen de estos los editores de la Guía Michelin, “la más antigua y famosa de las guías europeas de hoteles y restaurantes.”

En función de la “calidad, creatividad y esmero de sus platos” la Guía Michelin asigna a los restaurantes inspeccionados por sus anónimos supervisores de una a tres estrellas de la buena mesa. Sobre decir que aquellos establecimientos galardonados por la famosa guía, gozan de un merecido éxito y de un sitial distinguido entre los templos del buen y distinguido comer.

Viene este introito a colación, pues según un reportaje reciente de la intrépida periodista de investigación Nuria Piera, los casi doscientos honorables miembros del Congreso Nacional de la República Dominicana mantienen entre otras cosas a un costo de RD$23.8 millones de pesos anuales por congresista (US$600,000!!) – del bolsillo de nuestros humildes contribuyentes – un restaurante que sirve hasta tres raciones diarias a nuestros legisladores. No sólo incluye el menú los mas diversos platillos que harían temblar de envidia al Maxim de Paris – camarones, langostas, carnes de los más variados tipos – sino también los más exquisitos vinos de las más rancias y añejas cepas del mundo. Como se ve ha sido fácil nuestra transculturización y que a lo bueno, sobre todo si es gratis, todos se acostumbran.

No sé si será buena la digestión de los distinguidos honorables, para comer sin indigestarse tan variados y costosos platos en un país condenado perpetuamente a la miseria y donde una gran parte de los ciudadanos que ellos representan comen muy mal o van a la cama sin probar bocado. De seguro que no recibirán un Premio Nobel por sus acciones indelicadas, aunque si le sugerimos que hablen con algún representante a ver si la Guía Michelin le hace una inspección y califican para un par de estrellas.  Por nuestro lado le decimos a todos los que participan en esta ignominia

¡!BON APPETIT HONORABLES!!  

Antes para disfrutar
de buena gastronomía
la mejor y única vía
era París visitar.
Pero tan lejos viajar
es costoso y complicado
si uno no es un diputado
honorable funcionario
que con fondos del Erario
vive como potentado.

Dice Nuria que el Congreso
es un fino restaurante
cuya ley más importante
es traer de Francia el queso
Miden allí  el progreso
no por sus leyes y acciones
es  por el vino y raciones
que le da el contribuyente
mientras que su pobre gente
muere de hambre por montones

Los famosos honorables
dicen que promulgan leyes
mientras viven como reyes
en un país miserable.
Este estado lamentable
no puede tener buen fin
ya que olvida el grupo ruin
que la gente es lo importante
no gozar de  un restaurante
de la Guía Michelín.

Rafael Martínez Céspedes
15 de septiembre de 2012