Estamos de nuevo en zafra. Arrancó oficialmente la campaña electoral. Ya cesaron las denuncias de “vergüenza contra dinero” que esgrimieron los precandidatos y ahora se entra de lleno en la campaña de difamaciones, acusaciones y contra acusaciones que los candidatos presidenciales y sus acólitos se hacen mutuamente. Surgen documentos que indican que todos los participantes se han hecho millonarios de una forma u otra de la noche a la mañana y por supuesto ahora todos alegan que la campaña contra ellos es sucia. La Iglesia levanta su voz autorizada y pide un debate de altura, aunque al final, pienso que terminara dándonos más de lo mismo.
Dentro de la jerga política local, existen diferentes sobrenombres para los demás partidos, pero es interesante notar lo manoseado que resulta el verbo comer en todos ellos. Existen por ejemplo, los “come solos”, una especie de funcionario que supuestamente es diferente de los adversarios del tipo “cotorra” pues mientras los primeros disfrutan solos- e irregularmente por supuesto - de las mieles del Poder, los segundos también lo hacen comiendo y dejando caer boronas que son atrapadas por funcionarios colocados en un nivel inferior. Otros indican que “no quieren que le den de comer, si no que los pongan donde haya”. Como al parecer todos van para un banquete, es fácil comprender entonces, por que todos quieren tener manos limpias, así que desde hoy en adelante creemos que,
YA NO HABRÁ CAMPAÑA SUCIA
Nos parece muy sensato
lo que pidió el Cardenal
que en la justa electoral
gane un pulcro candidato.
Sin embargo existe un dato
que yo nunca he comprendido
¿Por que siempre el elegido
resulta un ex funcionario
de repente millonario
sin oficio conocido?
Manos que muestren limpieza
también pide el Cardenal
pues considera esencial
al torneo dar pureza.
De que van para una mesa
es más fácil de entender
y como van a comer
solos o con boroneo
sus manos limpias las veo
hasta alcanzar el Poder.
Por tanto ya he comprendido
lo que en realidad entraña
hacer limpia una campaña
hacia el puesto apetecido.
Además he concluido
que las mieles del Poder
sólo las consigue aquel
que dice llenar cazuelas
y después de tanta muela
sólo un grupo va a comer.
Rafael Martínez Céspedes – Santo Domingo, R. D. 17 de enero de 2008
Dentro de la jerga política local, existen diferentes sobrenombres para los demás partidos, pero es interesante notar lo manoseado que resulta el verbo comer en todos ellos. Existen por ejemplo, los “come solos”, una especie de funcionario que supuestamente es diferente de los adversarios del tipo “cotorra” pues mientras los primeros disfrutan solos- e irregularmente por supuesto - de las mieles del Poder, los segundos también lo hacen comiendo y dejando caer boronas que son atrapadas por funcionarios colocados en un nivel inferior. Otros indican que “no quieren que le den de comer, si no que los pongan donde haya”. Como al parecer todos van para un banquete, es fácil comprender entonces, por que todos quieren tener manos limpias, así que desde hoy en adelante creemos que,
YA NO HABRÁ CAMPAÑA SUCIA
Nos parece muy sensato
lo que pidió el Cardenal
que en la justa electoral
gane un pulcro candidato.
Sin embargo existe un dato
que yo nunca he comprendido
¿Por que siempre el elegido
resulta un ex funcionario
de repente millonario
sin oficio conocido?
Manos que muestren limpieza
también pide el Cardenal
pues considera esencial
al torneo dar pureza.
De que van para una mesa
es más fácil de entender
y como van a comer
solos o con boroneo
sus manos limpias las veo
hasta alcanzar el Poder.
Por tanto ya he comprendido
lo que en realidad entraña
hacer limpia una campaña
hacia el puesto apetecido.
Además he concluido
que las mieles del Poder
sólo las consigue aquel
que dice llenar cazuelas
y después de tanta muela
sólo un grupo va a comer.
Rafael Martínez Céspedes – Santo Domingo, R. D. 17 de enero de 2008
2 comentarios:
Todos al parecer hacen campaña no sucia, si no que la hacen muy sucia.
Hola de nuevo
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