viernes, 25 de enero de 2008

SOÑÉ QUE CRISTO LLORABA


Como había indicado anteriormente en algún lugar, aquí no hace falta mucha creatividad para escribir temas interesantes, pues nuestros máximos dirigentes se encargan cada hora de escribirnos un guión de suspenso. El nuevo tema es el anuncio hecho por las altas autoridades eclesiásticas y seculares de construir un santuario de cuatrocientos millones de pesos (o como harían en un buen restaurante equivalentes a doce millones de dólares o a diez millones de euros).

Inútil realizar cálculos sobre lo que podía hacer en otras áreas con semejante suma, por que aquí eso no forma parte del debate. Tampoco lo es la recesión mundial, el fundamentalismo o el calentamiento global. Periodistas acuciosos nos han recordado últimamente que nuestros dirigentes observan una conducta parecida a la de aquellos sabios bizantinos quienes mientras las hordas invasoras estaban en la puerta de la ciudad, ellos discutían seriamente el sexo de los ángeles o la cuadratura del círculo, quizás por eso


SOÑE QUE CRISTO LLORABA

Soñé que el Cristo lloraba
con lágrimas de dolor
porque muy poquito amor
entre los hombres quedaba.
Es injusto, protestaba
se declare prioritario
me construyan un santuario
en medio de esta miseria
que es del pobre afrenta seria
y de este pueblo un calvario.

Mientras el mundo debate
el conflicto del Islam
aquí como siempre están
en un diálogo de orates.
Estos pomposos dislates
de invertir tantos millones
en absurdas construcciones
como el metro en Villa Juana
o un Santuario en Bayaguana
alimentan rebeliones.

De la recesión global
no hablamos ni por locura
hablamos de cuadratura
y del sexo angelical.
Sólo lo superficial
nos mueve y nos arrebata
y se cae de la mata
que la gran crisis mundial
a este pueblo va agarrar
de nuevo asando batata.


Rafael Martínez Céspedes
Santo Domingo, R. D., 25 de enero de 2008

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