miércoles, 9 de enero de 2008

¡QUE DIFICIL ES LA UNION!

La Vicepresidencia de la República, lejos de ser el puesto decorativo que se supone sea, es, según un político del siglo pasado, más bien una enorme fuente de conspiraciones. Quizás por esta razón esa eterna pugna entre el político astuto y pragmático conocedor de la política real de aposentos y un presidente carismático – fuente de votos populares -llevado al Poder por el trabajo del primero. Nuestra historia contemporánea está repleta de casos de estas disputas que terminan en rompimiento y mal querencias y concluyen con la salida del Palacio del que ostente menos poder y a veces con la pérdida de ambos puestos.

Este tropezar con la misma piedra invita a una reflexión profunda. ¿Acaso no son los políticos los primeros en saber que según Maquiavelo uno de sus maestros preferidos, está irremediablemente perdido quien ayuda a otro a alcanzar el Poder? Si tú me puedes subir, también me puedes bajar. Por más vueltas que le demos,

¡QUE DIFICIL ES LA UNIÓN!

Promete hasta conseguir
y después de conseguido
olvida lo prometido
pues política es mentir.
Y si ayudas a subir
a un político al Poder
cuando vaya a prometer
óyelo con gran recelo
pues lo dijo Maquiavelo
seguro te has de perder

Muy traicionera es la gloria
más efímero el Poder
cuando olvidan sin deber
las lecciones de la historia.
Hoy borran de su memoria
que alguien también quiere espacio
puede ser Pedro ó Ignacio
no sé si sabio o truhán
que hablando de oro y pan
irá del verbo al Palacio

Rara siempre es la prudencia
aún más difícil la unión
la que reina es la ambición
y jamás la inteligencia.
No prevén las consecuencias
pues no hay que profeta ser
para el gran castigo ver
de los culpables del caso
de generales a rasos
y veinte años sin Poder

Rafael Martínez Céspedes
9 de Enero de 2008


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