ES PA´ JALARSE LOS MOÑOS

En su infinita sabiduría política, el pueblo romano justificaba los excesos del pueblo y sus dirigentes en sus distintas fiestas populares, con la excusa de “que era lícito enloquecer una vez al año”. La Navidad en nuestra cultura luce ser ese nuevo bacanal donde todo el mundo parece perder la cabeza. Por supuesto, los políticos no son una excepción y hacen derroche de una creatividad fuera de serie, con el obvio y marcado propósito de atraer favores y votos.

Quizás por eso todos recuerdan la propuesta de un político aguzado quién obtuvo hace algún tiempo del Gobierno una asignación millonaria para cubrir el Operativo Moño Bonito, un plan diseñado para que en la Navidad los salones de belleza arreglaran gratis el pelo a las damas de los barrios pobres. “Semel in anno licet insanire”!( Traducción libre: Quién quiera moños bonitos tiene que aguantar jalones”)


ES PA´JALARSE LOS MOÑOS

De los antiguos romanos
ha venido el parecer
que la gente enloquecer
podía una vez por año.
Esa costumbre de antaño
subsiste en la actualidad
y por eso en Navidad
el pueblo y toda su gente
observa a sus dirigentes
contraer la enfermedad.

Por ejemplo, se ha logrado
del Gobierno prioridad:
todo moño en Navidad
debe de andar bien peinado.
Para esa cuestión de Estado
vital y urgente tarea
quieren que se venda el CEA
pues en esta Noche Buena
aunque quizás no haya cena
están prohibidas las feas.

Todo el año estarán prestos
del pueblo pelos tirar
siempre listos para dar
menos luz y más impuestos.
Por el caso no protesto
y aunque con cierto prurito
al Gobierno felicito
pues son justas las razones:
después de tantos jalones
hay que dar moños bonitos.


Rafael Martínez Céspedes
Enero de 2008