Una vez, el maestro Dalí – exclamó: “el surrealismo soy yo.” Quizás tenía razón el insigne pintor español, pero si viviese lo hubiésemos invitado a circular por la calle de este Santo Domingo moderno y habría perdido sus largos y bien cuidados bigotes, tirándose de la incredulidad. A él le dedicamos nuestra oda al parque automotor.
DÉJAME DONDE TU QUIERAS
El tránsito uno observando
ve que nadie el paso cede
y ve cientos de Mercedes
entre chatarra paseando.
Por las calles circulando
se nota mucha impaciencia
las mas veces prepotencia
pues todo el mundo es un rey
cada quien tiene su ley
y el fuerte la preferencia
Y ni hablar de los tapones
masa férrea interminable
un infierno abominable
que causan los apagones
o las brutales acciones
de guardias y conductores.
Hay venduteros, motores
semáforos sin bombillos
todos quieren ser Trujillo
o incipientes dictadores.
Y es esta móvil Babel
llena de ruidosos trastes
y peligrosos contrastes
del país reflejo fiel
Y debemos aprender
que el tráfico es un espejo
que nos da un sabio consejo:
Ley y el orden acatar
uno al otro respetar
o seguir como el cangrejo
Rafael Martínez Céspedes
Noviembre de 2007
DÉJAME DONDE TU QUIERAS
El tránsito uno observando
ve que nadie el paso cede
y ve cientos de Mercedes
entre chatarra paseando.
Por las calles circulando
se nota mucha impaciencia
las mas veces prepotencia
pues todo el mundo es un rey
cada quien tiene su ley
y el fuerte la preferencia
Y ni hablar de los tapones
masa férrea interminable
un infierno abominable
que causan los apagones
o las brutales acciones
de guardias y conductores.
Hay venduteros, motores
semáforos sin bombillos
todos quieren ser Trujillo
o incipientes dictadores.
Y es esta móvil Babel
llena de ruidosos trastes
y peligrosos contrastes
del país reflejo fiel
Y debemos aprender
que el tráfico es un espejo
que nos da un sabio consejo:
Ley y el orden acatar
uno al otro respetar
o seguir como el cangrejo
Rafael Martínez Céspedes
Noviembre de 2007
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