La sabiduría popular, adquirida por largos años de experiencia democrática define el término “comisión” como “un organismo compuesto por varias personas y cuyo fin es dar largas o no encontrar la solución al asunto para la cual fue formado”. La otra acepción que el pueblo da a “comisión” es la de “importantes emolumentos provenientes de las arcas públicas que convierten de la noche a la mañana a un modesto ciudadano en un poderoso y rico funcionario”.
Dada la lentitud y torpeza con que funciona la comisión -en su acepción de cuerpo investigador- y la impunidad y el descaro con que se maneja el vocablo -en su acepción monetaria - no nos debe sorprender si algún político iluminado nos sugiera combinarlas. Ahí les envío un posible escenario.
COMISION DE COMISIONES
Se crea una Comisión
cuando aparece el dilema
de resolver un problema
sin querer la solución
Pero existe otra acepción
y es según el diccionario
el caso de un funcionario
que recibe mucha plata
aprobando una contrata
de las que paga el erario.
De la primera su sello
es ser lo opuesto del rayo
y si es culpable el caballo
quien va preso es el camello.
De la segunda el destello
lo emite el beneficiado
ahora un rico potentado
que odia sus viejas chancletas
pues sólo viaja en yipeta
o está esquiando en Colorado
Están desacreditadas
las comisiones que indagan
pero aquellas que se pagan
son siempre solicitadas.
Que no nos sorprenda nada
que aceleren las acciones
de las lentas comisiones
decretando en tono amable
que sus miembros respetables
¡¡¡también cobren comi$ione$!!!
Rafael Martínez Céspedes
Diciembre de 2007
Dada la lentitud y torpeza con que funciona la comisión -en su acepción de cuerpo investigador- y la impunidad y el descaro con que se maneja el vocablo -en su acepción monetaria - no nos debe sorprender si algún político iluminado nos sugiera combinarlas. Ahí les envío un posible escenario.
COMISION DE COMISIONES
Se crea una Comisión
cuando aparece el dilema
de resolver un problema
sin querer la solución
Pero existe otra acepción
y es según el diccionario
el caso de un funcionario
que recibe mucha plata
aprobando una contrata
de las que paga el erario.
De la primera su sello
es ser lo opuesto del rayo
y si es culpable el caballo
quien va preso es el camello.
De la segunda el destello
lo emite el beneficiado
ahora un rico potentado
que odia sus viejas chancletas
pues sólo viaja en yipeta
o está esquiando en Colorado
Están desacreditadas
las comisiones que indagan
pero aquellas que se pagan
son siempre solicitadas.
Que no nos sorprenda nada
que aceleren las acciones
de las lentas comisiones
decretando en tono amable
que sus miembros respetables
¡¡¡también cobren comi$ione$!!!
Rafael Martínez Céspedes
Diciembre de 2007
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