miércoles, 27 de febrero de 2008

NADIE ES PROFETA EN SU TIERRA

En la década del sesenta recuerdo a un joven sociólogo llegado del Cono Sur con su guitarra en la mano cantándole a la esperanza y una cabeza llena de tibios ensueños queriendo cambiar el mundo.

Décadas después veo que ha cambiado su guitarra por su micrófono de incisivo comentarista de la televisión, y el mundo ahora lo ve a través de las encuestas electorales que, asociado a una prestigiosa firma norteamericana, tienen por fin vaticinar los resultados del colorido carnaval que son las elecciones dominicanas. Por supuesto, como estudioso de la sociedad y de la historia debe el ahora maduro sociólogo tener presente que en la antiguedad a los mensajeros que traían malas noticias los reyes y gobernantes les cortaban sus desafortunadas cabezas. Sólo que ahora la cuchilla es substituida por asesinatos morales, descalificaciones e insultos de parte de los que no fueron favorecidos por los vaticinios.

Como observo que Rafael Acevedo es también un fervoroso cristiano y estudioso de la Biblia, le recuerdo que en ese libro sagrado hay abundantes ejemplos de que


NADIE ES PROFETA EN SU TIERRA

Si malas nuevas portaba
un enviado a un gobernante
el monarca al buen tunante
la cabeza le cortaba.
Por eso ninguno osaba
a contarle la verdad
pues nunca la realidad
es fácilmente enfrentada
y siempre resulta odiada
la cruel objetividad.

Los mensajeros de ahora
vaticinan elecciones
por que abren sus predicciones
fuertes cajas de Pandora.
Una firma encuestadora
que me viene a la memoria
tiene en sí una larga historia
y reputación de seria
al que pierde causa histeria
y al que gana le da euforia.

Dura tarea es perder
en los temas palaciegos
sobre todo cuando hay ciegos
de los que no quieren ver.
Comenzarán a llover
las descalificaciones
y decir las predicciones
fueron hechas por dinero
y que el final verdadero
lo dirán las elecciones.

Rafael Martínez Céspedes

27 de febrero de 2008.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Claro que aquí hay tantos ciegos de los que nunca nada quieren ver.