sábado, 2 de febrero de 2008

EL ATOLLADERO DE IRAQ

Por odiosas que resulten, es muy difícil evitar las comparaciones entre nuestros líderes políticos en campaña y la de otros países mas desarrollados en el mismo trajinar. Mientras los nuestros se empeñan en demostrar que sus adversarios tienen más narcotraficantes en el armario que en el suyo propio, en los países del llamado Primer Mundo, los políticos analizan problemas claves como la economía mundial, la inmigración y en el caso de los Estados Unidos, el clavo en el zapato que les representa la llamada guerra de Irak.

Oí una vez decir que la mejor forma de salir de un problema es, para empezar, no meterse en él. Por supuesto, esto presupone que uno tenga conocimiento de que la situación va a convertirse en un problema. Este fue justamente el caso de la invasión de Irak, donde todo el mundo sensato, advirtió a los Estados Unidos de las funestas consecuencias que para ellos – y para todo el mundo – conllevaría tal acción. Ahora, muy tarde por supuesto, sólo deseamos que la gran potencia logre de algún modo salir de lo que es hoy

EL ATOLLADERO DE IRAQ

Un país rico y potente
en venganza al terrorismo
ha creado un cataclismo
invadiendo el Medio Oriente.
Cada vez más insurgentes
humo, fuego y explosiones
tierra de revoluciones
donde nadie tiene suerte
en coches viaja la muerte,
los muertos van en aviones.

Toda guerra o invasión
la hace alguien por dinero
o busca algún petrolero
de oro negro su ración.
La lógica explicación
de esta gigante embestida
no será nunca entendida
aunque deja demostrado
que este mundo despiadado
mide en barriles las vidas.

Ojalá la gran potencia
salga de ese atolladero
necio, absurdo derrotero
que originó la imprudencia.
La prolongada presencia
ya les causa grandes males
pues son acciones iguales
a la del cretino aquel
que en venganza a su mujer
se cortó los genitales.


Rafael Martínez Céspedes
Santo Domingo, R. D.
2 de febrero de 2008.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tanto que se lo dijeron!!