domingo, 29 de junio de 2014

VIGILAR A DON DINERO

Conozco dos versiones de la Viña de Naboth. La primera es la original y aparece en la Biblia en el Libro Primero de Reyes Cap 21, en la que se relata la historia de Naboth,  un vecino de Jezreel quien tenía una bella huerta junto al palacio de Achab rey de Samaria. Este último se interesó sobre manera en la propiedad y quería comprarla a lo que, con  intrépida gallardía, respondió Naboth: ¡¡Guárdeme Dios de que yo te dé a ti la heredad de mis padres.!!  Favor ver:


La segunda versión aparece como un relato alegórico que compara la historia de la República Dominicana desde su independencia en 1844 hasta el 1924 con la historia bíblica en un libro publicado en el 1928 bajo el titulo  “La Viña de Naboth”  de la autoría de un funcionario liberal norteamericano, Sumner Welles,  quien fuera comisionado  por el Presidente de los Estados Unidos Warren Harding durante los años 1922 al 1925 para negociar el cese de la ocupación militar de parte de los Estados Unidos a la República Dominicana. Welles llegó a conocer y a querer nuestro país, siendo su libro una exhortación romántica – en base a su observación de cien años de nuestra historia republicana – a que no entreguemos el patrimonio nacional a ningún poder extranjero.    

La diferencia entre las dos versiones es que,  mientras en la narración bíblica original Naboth muere por defender con dignidad la heredad de sus padres, la historia que cuenta Sumner Welles es todo lo contrario pues es el relato de cómo casi todos los gobernantes de nuestro pueblo han insistido en regalar o en todo caso vender a precio de vaca muerta- para llenar sus propios bolsillos- el patrimonio de todo un pueblo. Si necesita datos le invito a estudiar la historia dominicana desde los días de su independencia en 1844 hasta la fecha y en particular el libro de Welles que aparece en los siguientes enlaces:


En realidad el tema no es nuevo y se repite a diario en el mar de las naciones: es la irresistible atracción que ejercen las materias primas sin explotar de los países pobres (las sardinas de Juan José Arévalo (1)) ,  sobre los países grandes y desarrollados (los hambrientos tiburones) que las necesitan para el crecimiento de sus economías, sin importar, muchas veces,  si para ello se destruyen  importantes fuentes de recursos naturales como lo son el agua, el aire puro, los terrenos agrícolas, la fauna, entre otros.

Esto es lo que viene pasando en nuestro país con la llamada Loma de Miranda, otro huerto que según los técnicos de Naciones Unidas alberga decenas de fuentes fluviales que alimentan de forma primaria importantes ríos que son y serán el sustento de todo un pueblo y alrededor de la cual se ha formado un movimiento de opinión que aglutina importantes sectores de la vida nacional, que insisten en convertir Loma Miranda en Zona Protegida o Parque Nacional.   La mala noticia es que en las entrañas de la loma mentada se encuentran ingentes cantidades de minerales cotizados en millones de dólares, que le interesan no al Rey Achab, pero sí a alguien igual de rico y poderoso, un grupo minero multinacional.

Dicen con mucha sabiduría que un “pesimista es un optimista con experiencia” y me parece que ese es mi caso. Por tanto, si me baso en el análisis de nuestra historia, para  mi la situación se presenta fácilmente predecible: Vendrán escaramuzas legales e incidentes retardatarios hasta que en el ámbito de los poderes que deben decidir finalmente el asunto, soplen vientos más favorables a que el grupo minero multinacional pueda llevar a cabo su proyecto de explotación. Al grupo ambientalista que apoya la conversión de Loma Miranda en Parque Nacional  le doy mi apoyo sincero, pero les ruego por favor

VIGILAR A DON DINERO

Siempre ha sido gran Verdad
y en extremo peligroso
que un vecino poderoso
se antoje de tu heredad
pues si arrojo y dignidad
demuestra el débil tener
como se ha podido ver
y la Historia ha demostrado
está el pobre condenado
también la vida a perder.

En el mar de las naciones
es la historia repetida
donde luchan por la vida
sardinas y tiburones
pues cuando corren millones
ya no hay más sabiduría
cada quien su economía
vendrá ahora a defender
aunque quien deba perder
sea otra vez la Ecología.

Definen un pesimista
con humor y gran sapiencia
como un hombre de experiencia
que una vez fue un optimista
y el buen grupo ambientalista
tendrá mi apoyo sincero
pero al gran grupo minero
no deben subestimar
ni tampoco despreciar
el poder de Don Dinero.

Rafael Martínez Céspedes
30 de junio de 2014


Ref (1): http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Jos%C3%A9_Ar%C3%A9valo


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