viernes, 20 de junio de 2014

AMBIGUAS RECOMENDACIONES

Debo confesar que como dominicano, cuyo deporte nacional es el béisbol, sólo me convierto en fanático del fútbol cada cuatro años cuando me hago adicto de los partidos de la Gran Copa Mundial de la FIFA, esta vez celebrada en Brasil.

En el proceso estoy tratando de buscar una explicación racional al caso del equipo de España, la formidable escuadra de campeones que se llevó la Gran Copa Mundial en Sud África en el 2010 y que ha resultado vergonzosamente eliminada sin ni siquiera alcanzar los Octavos de Final en este 2014. De paso, conecto la derrota del equipo español con la situación general en España: la crisis financiera y bancaria, el indetenible paro laboral, la crisis de la corrupción en los partidos políticos tradicionales españoles, los escándalos de la familia real, el debate sobre la soberanía de Cataluña y ahora la abdicación del Rey Juan Carlos Primero a favor de su hijo Felipe VI.

Si bien mi formación académica original tiene una base científica, divide mi pensamiento el haber nacido en un país como el nuestro, donde las supersticiones son parte integral de su cultura y operan subconscientemente para influir en nuestra forma de pensar y actuar. Por eso encontré interesante un artículo extraído del blog argentino  http://www.portalplanetasedna.com.ar/superticion.htm sobre la superstición y que recomiendo a todos leer.  De dicho portal extraigo lo siguiente:

"Superstición" proviene del latín "super" (sobre) y "statuens" (establecer), locución que remite a lo sobreentendido, lo que todo el mundo sabe que es así, sin necesidad de buscarle una explicación lógica. Etimológicamente, podríamos referirnos además a la palabra "superstitio", también de origen latino, que figura en el diccionario como una creencia "extraña a la fe religiosa y contraria a la razón". Según el doctor en medicina y escritor Charles Panati, las primeras supersticiones datan de, al menos, 50 mil años, cuando la vida del hombre estaba tan llena de peligros y penalidades que acabó desarrollando creencias y costumbres supersticiosas de todo tipo para tranquilizar su ánimo.

Incluso hay quienes la dan como un hecho humano per se, pues "la superstición no se puede ajustar a una definición cualquiera, ya que es más que una creencia, es un modo de vida que rige al hombre desde que éste existe", y la remontan a los primeros balbuceos del "homo sapiens". Lo prueban los vestigios de hace más de 500.000 años, cuando ya se daban comportamientos de tipo supersticioso en las Colinas del Hueso del Dragón, cerca de Beijing, y hace 200.000 años en Europa central. Lo cierto es que desde sus comienzos el hombre trató de explicar su mundo y los misterios que le rodeaban de una manera "sobrenatural" o supersticiosa.

El hombre primitivo, al buscar explicaciones para fenómenos tales como el rayo, el trueno, los eclipses, el nacimiento y la muerte, y desconocedor de las leyes de la naturaleza, creó un andamiaje de rituales y tabúes que le permitieron no sólo comprender los fenómenos naturales, sino también protegerse de un entorno hostil habitado por innumerables espíritus invisibles. Por otra parte, el milagro de que un árbol creciera a partir de una semilla, o la aparición de una rana a partir de un renacuajo, confirmaba una intervención ultraterrena: los dioses. Con una existencia cotidiana llena de peligros, llegó a la conclusión de que "su" mundo estaba poblado por unos espíritus vengativos que superaban en número a los benéficos.

Esta es una de las razones por las que entre todas las creencias supersticiosas que hemos heredado tienen preponderancia los medios destinados a protegernos contra el mal, tales como amuletos, talismanes y acciones predeterminadas. De la misma manera, asignó a determinados eventos y objetos la propiedad de influir positiva o negativamente en su vida diaria y futura. Precisamente, la manifestación supersticiosa más común es su aplicación en forma de "buena" o "mala" suerte según los acontecimientos diarios.

Dejo pues al juicio de los lectores de estas líneas llegar a su propia conclusión sobre el origen de lo que le pasa a España y, por mi parte, yo por si las moscas a España le hago estas

AMBIGUAS RECOMENDACIONES

Su suerte  a supersticiones
gusta la gente achacar
porque no quiere aceptar
que esta nace en sus acciones.
Cuando nos dan ovaciones
saben tenemos Poder
poción que hace enloquecer
pues el buen juicio perdemos
y esto hace que olvidemos
a lo que sabe perder.

Esto España ha saboreado
tras la Copa del Mundial
que ni a Octavos de Final
su gran equipo ha llegado
A esto le viene sumado
el paro en la economía
crisis en su Monarquía
y las cosas tan mal van
que ahora el pueblo catalán
quiere su soberanía.

Quizás por eso cansado
de esa tortura sin fin
o de algún pariente ruin
Su Monarca ha renunciado
Pero un Rey civilizado
como Juan Carlos Primero
ya que será Consejero
de Felipe en sus afanes
pido traiga dos chamanes
o un africano hechicero.

Rafael Martínez Céspedes

20 de junio de 2014

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