sábado, 24 de mayo de 2014

AQUÍ NO QUEDA UN PARTIDO

Es inevitable asociar el nombre de Minou Tavárez Mirabal con el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) el partido hoy gobernante en la República Dominicana, fundado por el Profesor Juan Bosch, como respuesta para crear un gobierno liberal que enfrentara la derecha  trujillista representada por Joaquín Balaguer y demás herederos de la tiranía de Rafael Trujillo.

También  es inevitable olvidar que Minou recibió al nacer una pesada herencia: el ser hija de Minerva Mirabal, una de las tres mariposas que fueron víctimas de uno de los más horrendos crímenes de la dictadura trujillista y que fue, según todos los analistas, el detonante que aceleró la caída del oprobioso régimen. Tampoco que su padre fuera el abogado y combatiente de izquierda Manolo Tavárez Justo, quien se sublevara en protesta por el golpe de Estado perpetrado contra el gobierno democrático de Juan Bosch en el 1963 y cayera fusilado, según dicen sus familiares, por las tropas del Ejército Dominicano en ese mismo año.

Por eso ha causado gran revuelo la renuncia de Minú del partido al cual ha servido toda su vida política, porque según ella "su forma de pensar" y su horizonte político va por un camino distinto al que ha tomado la institución política por la que ha sido diputada durante tres períodos.  Aunque la misma Minú piensa que su renuncia no debía ser un tema de debate, a nosotros nos parece que el mismo SI reviste una importancia significativa y que – similar a la muerte de su madre durante la Era de Trujillo – puede marcar el principio del fin del modelo que han adoptado los partidos políticos dominicanos durante el período democrático que nos ha tocado vivir después de la muerte del tirano.

Por eso nos parece visionario el editorial que publicara el periódico Diario Libre con motivo de la mencionada renuncia y que reproducimos textualmente:

“No porque se intuyera que le quedaba poco tiempo en el Partido de la Liberación Dominicana, ha sido menos dramática la renuncia de ese partido de Minou Tavárez Mirabal, diputada al Congreso Nacional.

Toda organización necesita de personas que la reten internamente, que cuestionen los comportamientos, las tendencias institucionales y los desvaríos que siempre ocurren, pero esas personas tienen que vestirse con un caparazón de acero para resistir los acosos internos, las trampas y las zancadillas. Lamentablemente, Minou tiene demasiada sensibilidad para ello.

La renuncia de Minou es uno de los primeros episodios de la gran crisis de los partidos políticos que se avecina. Estos partidos, que todavía ilusionan, se han convertido en verdaderas corporaciones de negocios estatales, que necesitan sacarle cada día más recursos a los ciudadanos para mantener aceitada la maquinaria, y esa capacidad de extracción está llegando a su límite.

La esperanza de hoy es que la clarinada de Minou soliviante a las tropas.”

Coincide – debe ser pura coincidencia – la renuncia de Minú con una interesante encuesta realizada por la firma Gallup sobre la percepción que tiene la gente sobre la corrupción administrativa y sobre la impunidad en la República Dominicana, según la cual casi el 100% de la población ve a todos cada uno de los partidos que han gobernado el país como corrupto, pero blindado por la impunidad que se ha convertido en la más sólida institución de este  tropicalísimo país.

Si el lector cree que hablamos de poca cosa, le invitamos cordialmente a estudiar la historia reciente de casi toda la América Latina y en particular la de Cuba y de Venezuela, donde el descrédito de sus partidos políticos tradicionales dio lugar a regímenes populistas que, al fin de cuenta, han restringido la libertad de todos los ciudadanos y que por razones de geopolítica han retardado considerablemente su progreso material.

A la diputada renunciante, que se ha distinguido por su trayectoria honesta y vertical, no queremos desilusionarla, pero debemos decirle: Eres ingenua Minú, para gente seria como tú

AQUÍ NO QUEDA UN PARTIDO

Una bella diputada
de virtud reconocida
al nacer le dio la vida
una herencia muy pesada.
De una  raza ya olvidada
es su histórica simiente
de un tiempo donde a su gente
muy duro le era vivir
aunque dispuesta a morir
por un país más decente.

Se hizo parte de un partido
que al pueblo iba a liberar
y del atraso sacar
al débil, desposeído
pero pronto en el olvido
iba la idea a caer
porque el corruptor Poder
con sus dulces tentaciones
y sus fáciles millones
al Pasado hace volver.

Acabas de renunciar
oh gérmen de mariposa
pero me inquieta una cosa
¿adónde vas a volar?
pues vienen de publicar
un hecho ya conocido
que a todos han corrompido
honesta, ingenua Minú 
para gente como tú
aquí no queda un  partido.

Rafael Martínez Céspedes
24 de mayo de 2014.

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