domingo, 3 de marzo de 2013

FÁBULA DEL TIBURÓN Y LAS SARDINAS



Juan José Arévalo, fue un educador y político reformista de Guatemala, quien ocupó la Presidencia de su país en el período 1945-1951. Arévalo como escritor,  publicó “La Fábula del Tiburón y Las Sardinas”  obra que expone las relaciones entre los Estados Unidos – a quien Arévalo define como el tiburón – siempre al acecho de las riquezas fáciles de las endebles sardinas que son los países centro americanos. En otro ensayo, el uruguayo Eduardo Galeano publicó en 1971 “Las Venas Abiertas de América Latina” un análisis de la historia desde la Colonización europea hasta la América Latina contemporánea, describiendo lo que él califica, "el constante saqueo de los recursos naturales de la región por parte de los imperios coloniales, entre los siglos XVI y XIX, y los Estados imperialistas, el Reino Unido y los Estados Unidos.”

En realidad el fenómeno no es nuevo y viene repitiéndose siempre  que un pueblo fuerte y desarrollado, se interesa en los recursos de un estado vecino, débil y poco educado. Los propios estados de la Grecia Antigua aceptaban el principio de “que mientras las cosas sean como son”, “el fuerte hace lo que quiere y el débil debe aguantar lo que puede.” Por supuesto, con la globalización de la economía, las invasiones armadas han sido sustituidas, aunque no del todo,  por embargos comerciales,  presiones diplomáticas y bloqueo de acceso a las fuentes de financiamiento internacional controladas por las grandes potencias. Las corporaciones de muchos países desarrollados utilizan generalmente  como estrategia para conseguir mejores y a veces leoninas condiciones en sus contratos, la de aliarse con ciudadanos locales – políticos, funcionarios, empresarios . que no siempre defienden el interés común, como ahora alega el Gobierno de la República Dominicana ha sucedido, en el conflicto que ha surgido entre este y la multinacional minera Barrick Gold en un contrato para la explotación de un gran yacimiento de oro- ese eterno símbolo de caudal y riquezas- en territorio dominicano.

Ese apetito voraz por las riquezas fáciles de parte de las compañías de los países desarrollados  y la reacción de fuerzas nacionalistas indignadas frente a lo que llaman condiciones onerosas e inaceptables a los intereses de los países que aportan los recursos naturales, es el caldo de cultivo donde surgen tradicionalmente los líderes del populismo radical - que luego se convierten en un agudo dolor de cabeza para todo el mundo-. Ojalá que en el desenlace  de este conflicto prime el sentido común y la moderación, ya que nos puede tocar un caudillo populista, criatura que siempre nace del desigual y repetido combate de

TIBURÓN CONTRA SARDINAS

No debe causar sorpresa
que un rico con un garrote
a un vecino pobre explote
y prive de su riqueza
Tampoco cause extrañeza
del hombre su condición
su codicia y ambición
y su eterno amor al oro:
siempre va trás un tesoro
y  en él pierde el  corazón.


Si el vecino es rico Estado
que quiere ese mineral
un gran garrote imperial
vendrá a ser utilizado
y el pobre perjudicado
debe armarse de paciencia
o pagar la consecuencia
ya que embargos y presiones
y hasta un par de porta aviones
van a usar con diligencia.

Mientras reine la avaricia
y el interés del más fuerte
le espera muy triste suerte
a la paz y a la justicia
Gran pecado es la codicia:
vale más  un poco dar
pues querer tanto ganar
es tener muy corta vista
y un caudillo populista
de paso puede crear.

Rafael Martínez Céspedes
3 de marzo de 2013


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