martes, 26 de marzo de 2013

EL CORRALITO EUROPEO



El mundo recuerda el desplome de la economía argentina  a finales del 2001,  con el llamado “corralito", término para describir la restricción de la libre disposición de dinero en efectivo de parte de los depositantes bancarios. ”En la Argentina, un corralito  es una pequeña jaula cerrada con una red, donde se coloca al bebé  y  desde donde no le es posible salir de allí sin ayuda”. Se  utilizó esta analogía para compararla con la forma en que el gobierno restringía una de las libertades esenciales de los usuarios de cualquier sistema bancario: La de poder sacar sus fondos del sistema en cualquier momento”.(1)

Por supuesto que nadie pensó que esto ocurriría en la bien regulada Europa en poco más de una década. Concrétamente en Chipre, miembro de la Zona Euro, donde el Banco Central Europeo – por la mano suelta de los liberales banqueros chipriotas– busca cubrir un “agujero” de más de 20 mil millones de euros y el gobierno de la isla impuso un “corralito” que afecta a todos sus depositantes y cuyo costo será cubierto por estos últimos, no por sus banqueros.  Se teme que el colapso afecte a todo el sistema bancario europeo, cuyas economías – con recetas de políticas anti keynesianas – esto es de ajustes y recortes presupuestarios- se están sumergiendo  en el desempleo y la depresión.

Visto desde lejos, parecería que los países deudores de la Unión Europea, sin la capacidad de aplicar políticas monetarias de forma independiente,  están encadenados por su moneda común – el euro – porque a los países a quienes se debe (un acreedor importante es Alemania por ejemplo) no les interesa que se deteriore la moneda en que han contabilizado su deuda realizando emisiones monetarias para rescatar sus bancos (como lo hizo los Estados Unidos para resolver su crisis) y en su lugar exigen que los países deudores se aprieten el cinturón, reduzcan sus presupuestos y los beneficios sociales. No sorprende entonces, que se obtengan los resultados esperados: crece el desempleo, aumentan los desahucios y disminuye de forma substancial la actividad económica y la seguridad social. El siguiente paso – si seguimos los lineamientos de la historia – es la inestabilidad política y el descontento social.  Veamos que pasa si, Dios no lo quiere, se extiende

EL CORRALITO EUROPEO

El Siglo Veinte salía
y la  Argentina lloraba
en corral que desangraba
su maltrecha economía
Que en Europa ocurriría
nadie pensaba, lo admito
repetirían su jueguito
los insaciables banqueros
los responsables primeros
de inventar el corralito.

Hoy Europa es prisionera
de su monetaria unión
porque la  inmoderación
le ha abierto una gran tronera
pues resulta una quimera
salir de aquel  agujero
sin imprimir más dinero
y ponerlo a trabajar
como solía aconsejar
Keynes el sabio certero.

Mostrándose empecinado
un poderoso acreedor
pide estrechez y sudor:
toma un rumbo equivocado
porque un mundo acostumbrado
al lujo y satisfacción
desempleo y depresión
fácil no habrá  de aceptar
y  esto puede generar
gran protesta y rebelión.

(1) http://es.wikipedia.org/wiki/Corralito

Rafael Martínez Céspedes
26 de marzo de 2013.

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