En un artículo titulado “El
Mundo Está Cambiando Ante Nuestros Ojos Y No Podemos Hacer Nada Para Detenerlo” el periodista Nic Robertson de CNN, que más que un título parece más bien
una sentida queja, aclara en primer lugar que no se trata de un cambio
climático, si no del vendaval político que ha venido barriendo con normas e
instituciones tradicionales, con la
aparición de fenómenos como el Brexit en Inglaterra, Donald Trump en Estados
Unidos, de Jair Bolsonaro en Brasil (quien según Robertson es más trumpista que
Trump), con el crecimiento vertiginoso de la extrema derecha en Hungría, Italia
y Polonia, con el descenso político de Angela Merkel una de las pocas voces que
ha tratado de llevar cordura al encendido debate político que pone al mundo –
como ya lo ha advertido un poco tarde Emmanuel Macron de Francia – en una situación
muy parecida al período entre la dos grandes guerras del Siglo XX.
Favor ver:
Como todos sabemos y el periodista Robertson así lo
indica, es que el denominador común de todos estos movimientos nacionalistas de
derecha es el miedo: la identificación de un enemigo común – la prensa, los
judíos, los inmigrantes, los mexicanos violadores, etc para culparlos de todos los males y
desgracias de la sociedad y la posterior siembra del odio y persecución contra
esos “enemigos del pueblo”.
Se formula el periodista del artículo una pregunta que nosotros hacemos también nuestra, ¿si esto no representa nada nuevo en política,
por qué está teniendo tanto éxito ahora?
Más para que la gente sacie su apetito
de cosas nuevas, como sugiere la lógica y el autor del reportaje, mi opinión es
que la gente está sintiendo un peligro real, la consciencia de que ya somos
muchos en el mundo y que ya no hay comida para todos.
El peligro de que somos muchos en el planeta y que nuestros sistemas económicos y políticos no han podido resolver la enorme desigualdad de miles de millones viviendo en la miseria extrema y la violencia que esta genera y que es la fuerza motriz y causa primera del desplazamiento de largas caravanas terrestres o peligrosas travesías marítimas desde sus paupérrimos países hacia la prosperidad de los países desarrollados del Norte, amenazando su estabilidad económica y su cultura.
El peligro de que somos muchos en el planeta y que nuestros sistemas económicos y políticos no han podido resolver la enorme desigualdad de miles de millones viviendo en la miseria extrema y la violencia que esta genera y que es la fuerza motriz y causa primera del desplazamiento de largas caravanas terrestres o peligrosas travesías marítimas desde sus paupérrimos países hacia la prosperidad de los países desarrollados del Norte, amenazando su estabilidad económica y su cultura.
Condenados pues a repetir la historia triste y
sangrienta que no quisimos leer de nuevo, no nos sorprenden al mínimo la aparición
de nuevos Hitlers, Mussolinis, y Stalins y ojalá no ver – en un mundo en
posesión de devastadoras armas nucleares, la secuela que la acción de esos
hombres de hierro trajeron: la Segunda Guerra Mundial, el Holocausto, Hiroshima
y Nagasaki y en lo personal recordar siempre que en tales sistemas
SI ELLOS EN TU PUERTA ESTÁN,
SEGURO ES TU ÚLTIMO DÍA
SEGURO ES TU ÚLTIMO DÍA
Va el mundo veloz cambiando
con rapidez nunca vista
y fiebre nacionalista
al borde lo está llevando
Con nuevos locos al mando
de nuestra nave espacial
es lógico y natural
si afinamos la memoria
que repitamos la historia
de una hecatombe total.
De nuevo una minoría
de la desgracia es culpable
y se hace inevitable
perseguirla noche y día
Se soltará la jauría
de extremistas con Poder
la nueva fuerza a temer
con las armas del Estado
y no hay templo o consulado
para el débil proteger.
Pero igual que en el pasado
uno tiende apaciguar
por temor a lesionar
algún interés creado
y prefiere estar callado
si no es de una minoría
ni tiene sangre judía
ni tiene sangre judía
y no es negro o musulmán
si ellos en tu puerta están
si ellos en tu puerta están
seguro es tu último día.
Rafael E. Martínez Céspedes
3 de noviembre de 2018
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