Aunque
no particularmente adicto a ellas, acostumbro a leer las noticias usando una
técnica similar al sistema que uso con mis alimentos en la mesa: las coloco una
al lado de la otra y estudio su valor, su variedad, los posibles contrastes
entre ellas y si vale la pena ingerirlas.
Hace
poco, en una mesa mostrando el inmenso popurrí que son las informaciones de
este mundo loco y agitado, me asombró
ver el contraste entre los gritos de alegría de los científicos de la NASA al
enterarse del éxito de la sonda Insight haciendo contacto con el planeta Marte
después de 7 meses de viaje y 7 años de esfuerzos, con los gritos desesperados
de una madre centro americana con sus dos tiernos niños, huyendo de las nubes
asfixiantes de gas lacrimógeno lanzadas por los guardias de la frontera de EUA
con México contra la denominada caravana de emigrantes que vienen recorriendo
miles de kilómetros desde sus convulsos y
paupérrimos países, buscando alcanzar, casi siempre inútilmente, aquél una vez famoso «sueño americano».
Enorme
contraste. La más avanzada tecnología humana capaz de vencer la gravedad y
llevar su ciencia hacia los confines del espacio, pero incapaz de resolver los
problemas elementales de mitigar la pobreza extrema de la faz de la tierra, de
proveer un poco más de pan y techo para los millones de desposeídos, de llevar algo más de educación a tantos seres
hambrientos de conocimientos o de imponer sistemas de gobiernos decentes que
reduzcan la corrupción y la eterna impunidad, ambas responsables de la inmensa
inequidad que es la fuerza motriz que impulsa esas caravanas y destruye nuestro
planeta.
Por
supuesto, nunca podrá haber paz ni se podrán eliminar los desplazamientos
masivos de emigrantes en tales condiciones y de seguro tendrán un gran repunte
las empresas dedicadas al suministro de bombas lacrimógenas y otras armas
letales para contener las masas.
Así
las cosas, debemos prepararnos para ver
en un futuro no muy lejano, en Marte misiones explorando ese planeta y en la
Tierra
Un
Muro en Cada Frontera
Caravana de
Inmigrantes
buscando un sueño
alcanzar
para al cabo terminar
siendo plagas
irritantes
¿Se debe a sus gobernantes
su precaria condición
o es quizás su situación
fruto de la inequidad
hija de la impunidad
y la eterna corrupción?
¿Es por ser país vecino
de un imperio poderoso
que explota al menesteroso
y no piensa en su destino?
No hay que ser buen adivino
ni tampoco ser letrado
ver que el pobre es maltratado
que juzgan por no tener
y condenado a barrer
para el rico y educado.
Mientras tanto en el futuro
a Marte visitarán
y en la Tierra construirán
en cada frontera un muro
pues la gente de seguro
no está lista a practicar
que debe al prójimo amar
como enseña el altruismo
prefiere gas y egoismo
para lo suyo cuidar.
¿Se debe a sus gobernantes
su precaria condición
o es quizás su situación
fruto de la inequidad
hija de la impunidad
y la eterna corrupción?
¿Es por ser país vecino
de un imperio poderoso
que explota al menesteroso
y no piensa en su destino?
No hay que ser buen adivino
ni tampoco ser letrado
ver que el pobre es maltratado
que juzgan por no tener
y condenado a barrer
para el rico y educado.
Mientras tanto en el futuro
a Marte visitarán
y en la Tierra construirán
en cada frontera un muro
pues la gente de seguro
no está lista a practicar
que debe al prójimo amar
como enseña el altruismo
prefiere gas y egoismo
para lo suyo cuidar.
Rafael Martínez Céspedes
28 de noviembre de 2018