jueves, 16 de octubre de 2014

SE ROMPE POR LAS COSTURAS


The Guardian, es un periódico inglés fundado en el 1821. En un artículo enviado desde Lagos, Nigeria, el medio británico se queja de que a pesar de haber muerto miles de africanos infectados por el virus del Ebola sólo se hizo notorio el caso cuando fueron contagiados un par de misioneros blancos. El diario reporta con cierta sorpresa que al frente de la lucha contra el letal virus del Ébola, cuyo brote ha cobrado ya miles de vidas en varios países africanos,  no se encuentra ninguna de las potencias mundiales -  EUA, la Unión Europea, Rusia o China, sino una pequeña isla tropical de apenas 11 millones de habitantes y un ingreso anual per cápita de US$6000: Cuba. Ver:


Es justamente este egoísmo y exclusión- tanto el que practicamos a nivel individual como el que practican las naciones del globo – lo que tiene al mundo casi al borde de reventar por las costuras.

Permítanme, para reforzar lo antes dicho, presentar algunas cifras impresionantes: La población mundial por ejemplo,  se ha multiplicado 9 veces desde los 800,000 habitantes que tenía al inicio de la revolución industrial en 1850 y  ya alcanza la astronómica cifra de siete mil doscientos millones de bocas y se proyecta alcance los 8,000 millones para el 2020, con una trágica y peligrosa proporción de que  2,500 millones de personas, un tercio del total,  viven en la extrema pobreza, y cuya falta de acceso a la educación y la salud les priva de la información necesaria para planificar sus familias y convertirse en entes productivos, lo que sirve para aumentar el crecimiento poblacional y la depredación irracional y contaminación de los recursos vitales del planeta.

Es en ese ambiente promiscuo, de insalubridad e ignorancia donde se generan y propagan pestes y enfermedades que, como el Ébola, ahora penden como Espada de Damocles, sobre toda la Humanidad.

El modelo actual de desarrollo económico produce 100 veces más bienes y servicios en la economía global que al inicio de la revolución industrial, pero como actividad económica a gran escala está causando grandes daños al planeta, alterando su clima, el ciclo del agua y el ciclo del nitrógeno, está agotando las reservas acuíferas  y cambia sistemáticamente la química de los mares. 

Sólo hay que ver los mega desastres meteorológicos que azotan todo el planeta y afectan sitios anteriormente intocables – como fue el desastre causado por la Super Tormenta Sandy en la Costa Este de los Estados Unidos, los súper tifones en Asia, los fuegos incontrolables y las sequías e inundaciones históricas en Estados Unidos y Europa, entre otros. 

Según los científicos, la raza humana ha conseguido que nuestro planeta llegue a sus límites físicos y es tal el impacto negativo de la raza humana sobre nuestro hábitat que la Era Actual la han bautizado como Antropocenio.

Pero la cosa no se queda ahí: los ricos quieren vivir aún mejor y los pobres quieren dejar de ser pobres, por lo que la producción global de la Humanidad continúa en aumento creciente. La mala noticia es que cada vez que se aumenta la producción global en US$1000.00  se deben consumir  190 Kg de energía equivalente de barriles de petróleo y cada tonelada de energía consumida arroja 2.4 toneladas de dióxido de carbono (CO2) al ambiente, el principal factor en el denominado “efecto invernadero” que provoca el calentamiento global que subyace a los indicados fenómenos. 

Para añadir más leña al fuego, no sólo es el modelo energético lo que altera y contamina el ambiente, sino que contribuye significativamente también el modelo actual de producción agrícola, la deforestación y el uso de químicos contaminantes que afectan suelos, ríos y mares y el uso indiscriminado hasta el agotamiento de las reservas acuíferas, entre otros.

Para dar una idea del efecto de nuestro modelo actual de desarrollo económico, diremos solamente que la concentración de CO2 que durante los últimos 800,000 años se ha mantenido en niveles de 150 a 280 partes por millón (ppm) , ha variado enormemente en la última década y sólo en el 2013 dicha concentración ya sobrepasó  la cifra de 400 ppm, un hecho que no había ocurrido en casi un millón de años  por lo que el calentamiento global y sus efectos, lo palpa  toda la Humanidad.

De nuestra parte, creo que  en vez de llorar o resignarnos a lo peor, lo propio es conocer la naturaleza del problema (1) y una vez conocida tratar de ser parte de la solución, pues si seguimos como vamos y no cambiamos dirección, no podremos evitar que el Planeta 


SE ROMPA POR LAS COSTURAS

No hace falta inteligencia
para pronto comprender
que nadie puede entender
a este mundo sin conciencia
¿Por qué ninguna potencia
o EX imperio colonial
detuvo el virus mortal
dejando se propagara
y la solución dejara
a Cuba isla tropical?

Casi nadie conocía
lo que en África pasaba
el virus se propagaba
y mucha gente moría
Solo explotó el caso un día
y pasó a un plano primero
cuando un blanco misionero
del virus se contagió
y ya el caso reventó
y lo supo el mundo entero.

Egoísmo y exclusión
causa son de tempestades
de pestes y enfermedades
de guerra y revolución
Sólo un cambio en dirección
parando tantas locuras
serían las formas maduras
para el planeta cuidar
y a nuestra Tierra evitar
se rompa por las costuras.

Rafael Martínez Céspedes
16 de octubre de 2014

(1)  Favor ver entrada sobre Curso Gratis En-Línea sobre Desarrollo Sostenible en:


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