Conozco
dos versiones de la Viña de Naboth. La primera es la original y aparece en la
Biblia en el Libro Primero de Reyes Cap 21, en la que se relata la historia de
Naboth, un vecino de Jezreel quien tenía
una bella huerta junto al palacio de Achab rey de Samaria. Este último se
interesó sobre manera en la propiedad y quería comprarla a lo que, con intrépida gallardía, respondió Naboth: ¡¡Guárdeme
Dios de que yo te dé a ti la heredad de mis padres.!! Favor ver:
La
segunda versión aparece como un relato alegórico que compara la historia de la
República Dominicana desde su independencia en 1844 hasta el 1924 con la
historia bíblica en un libro publicado en el 1928 bajo el titulo “La Viña de Naboth” de la autoría de un funcionario liberal
norteamericano, Sumner Welles, quien
fuera comisionado por el Presidente de
los Estados Unidos Warren Harding durante los años 1922 al 1925 para negociar
el cese de la ocupación militar de parte de los Estados Unidos a la República
Dominicana. Welles llegó a conocer y a querer nuestro país, siendo su libro una exhortación romántica – en base a su observación de cien años de nuestra
historia republicana – a que no entreguemos el patrimonio nacional a ningún
poder extranjero.
La
diferencia entre las dos versiones es que, mientras en la narración bíblica original
Naboth muere por defender con dignidad la heredad de sus padres, la historia
que cuenta Sumner Welles es todo lo contrario pues es el relato de cómo casi
todos los gobernantes de nuestro pueblo han insistido en regalar o en todo caso
vender a precio de vaca muerta- para llenar sus propios bolsillos- el
patrimonio de todo un pueblo. Si necesita datos le invito a estudiar la
historia dominicana desde los días de su independencia en 1844 hasta la fecha y
en particular el libro de Welles que aparece en los siguientes enlaces:
En
realidad el tema no es nuevo y se repite a diario en el mar de las naciones: es
la irresistible atracción que ejercen las materias primas sin explotar de los
países pobres (las sardinas de Juan José Arévalo (1)) ,
sobre los países grandes y desarrollados (los hambrientos tiburones) que
las necesitan para el crecimiento de sus economías, sin importar, muchas
veces, si para ello se destruyen importantes fuentes de recursos naturales
como lo son el agua, el aire puro, los terrenos agrícolas, la fauna, entre otros.
Esto
es lo que viene pasando en nuestro país con la llamada Loma de Miranda, otro huerto
que según los técnicos de Naciones Unidas alberga decenas de fuentes fluviales
que alimentan de forma primaria importantes ríos que son y serán el sustento de
todo un pueblo y alrededor de la cual se ha formado un movimiento de opinión
que aglutina importantes sectores de la vida nacional, que insisten en
convertir Loma Miranda en Zona Protegida o Parque Nacional. La
mala noticia es que en las entrañas de la loma mentada se encuentran ingentes
cantidades de minerales cotizados en millones de dólares, que le interesan no
al Rey Achab, pero sí a alguien igual de rico y poderoso, un grupo minero multinacional.
Dicen
con mucha sabiduría que un “pesimista es un optimista con experiencia” y me
parece que ese es mi caso. Por tanto, si me baso en el análisis de nuestra
historia, para mi la situación se
presenta fácilmente predecible: Vendrán escaramuzas legales e incidentes retardatarios
hasta que en el ámbito de los poderes que deben decidir finalmente el asunto,
soplen vientos más favorables a que el grupo minero multinacional pueda llevar
a cabo su proyecto de explotación. Al grupo ambientalista que apoya la
conversión de Loma Miranda en Parque Nacional le doy mi apoyo sincero, pero les ruego por favor
VIGILAR
A DON DINERO
Siempre
ha sido gran Verdad
y
en extremo peligroso
que
un vecino poderoso
se
antoje de tu heredad
pues si arrojo y dignidad
demuestra
el débil tener
como
se ha podido ver
y
la Historia ha demostrado
está
el pobre condenado
también
la vida a perder.
En
el mar de las naciones
es
la historia repetida
donde
luchan por la vida
sardinas
y tiburones
pues cuando corren millones
ya
no hay más sabiduría
cada
quien su economía
vendrá
ahora a defender
aunque
quien deba perder
sea
otra vez la Ecología.
Definen
un pesimista
con
humor y gran sapiencia
como
un hombre de experiencia
que
una vez fue un optimista
y
el buen grupo ambientalista
tendrá
mi apoyo sincero
pero al gran grupo minero
no
deben subestimar
ni tampoco despreciar
el poder de Don Dinero.
Rafael
Martínez Céspedes
30
de junio de 2014
Ref (1): http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Jos%C3%A9_Ar%C3%A9valo