¿Qué está pasando en Venezuela? Es la pregunta que
viene haciéndose todo el mundo al enterarse de las noticias que dan cuenta de
las sangrientas protestas de los opositores al Presidente Nicolás Maduro, el
heredero de la Revolución Bolivariana de Hugo Chávez, que ya ha generado una
decena de muertos en manos de las fuerzas del Gobierno.
Conozco un poco a Venezuela y a su gente. De estudiante en los
Estados Unidos, por ejemplo, tuve la satisfacción de cultivar la amistad de
muchos venezolanos, quienes eran en ese entonces, los “niños ricos” de la
clase. Posteriormente, siempre en la época pre-Chávez- visité en diversas ocasiones y con diferentes
propósitos el país de Bolívar, no sólo su sofisticada capital Caracas sino que
visité modernas universidades en el caluroso Oriente del país, crucé en una
barcaza el caudaloso Orinoco, visité inmensas plantaciones de árboles
maderables, comprobé desde el cielo los inmensos recursos de todo tipo que la
Naturaleza ha dado a nuestro hermano país y sobre todo el calor de su gente
quienes desde Duarte hasta nuestros días nos han brindado su apoyo y su
amistad.
En cada uno de estos viajes me fui dando cuenta del
deterioro en la calidad de vida de los venezolanos, como aumentaba el
dispendio de la clase alta y las quejas por la corrupción rampante que
cultivaban y la impunidad de que disfrutaban todos y cada uno de los partidos políticos tradicionales que habían gobernado
Venezuela desde la muerte del dictador Pérez Jiménez y que habían creado un ambiente de desencanto y
frustración que culminó con el ascenso de Hugo Chávez al Poder.
Para completar la ecuación en cuanto a los factores
causales que ayuden a entender un poco la situación actual del hermano país, ya
habíamos escrito a principios del año pasado sobre las consecuencias que
tendría el vacío de Poder que crearía la desaparición de un líder carismático
como Chávez en la estabilidad de Venezuela y del resto de la región. (Ver: http://decimasdominicanas.blogspot.com/2013/03/ya-son-tres-sedes-vacantes.html)
Nos dicen los sociólogos que las sociedades funcionan a través de leyes inexorables cuya violación,
al igual que las de la Naturaleza, puede traer consecuencias funestas. Sin
embargo, mientras que a casi nadie se le ocurre que puede violar la ley de la
gravedad tirándose desde un décimo piso, nuestras clases gobernantes violan
constantemente las leyes que rigen el comportamiento de la gente en una
sociedad, sin esperar consecuencias. Olvidamos siempre que si sembramos viento debemos por fuerza cosechar
tempestades y si insistimos en sembrar
injusticia, seguiremos cosechando también revoluciones y dictadores populistas.
Así podremos entender
LO QUE PASA EN VENEZUELA
Venezuela tierra amada
por su gran libertador
con lágrimas y sudor
hoy se debate angustiada.
En muy seria encrucijada
se encuentra su porvenir
si a tantos pobres servir
con tantas necesidades
o apagar las libertades
y un gran garrote esgrimir.
Oro negro y corrupción
más la deuda con la gente
y un Hugo Chávez ausente
completan esta ecuación.
Y otra gran revolución
podría aquí acontecer
o puede la cosa arder
ya que el líder malogrado
con su partida ha dejado
gran vacío de Poder.
Según dijo un analista
no aprendemos de la historia
corta siempre es la memoria
aún más corta es nuestra vista
ya que un líder
populista
lo crean nuestras acciones
pues malgastamos millones
que en verdad son de la gente
y si injusta es
la simiente
los frutos: revoluciones
Rafael Martínez Céspedes
27 de febrero de 2014
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