Todos los que frecuentan esta página saben que mi oficio no es el de
escribir. Quiero sólo aprovechar este
vehículo que ahora ofrece la tecnología para verter en el espacio
cibernético un poco de mi experiencia, con
la esperanza de que la misma, tenga algún contenido educativo. Confieso, que la
parte más divertida (y egoísta) del
proceso de escribir, es la investigación previa que debe realizarse sobre el
tema a tratar. Egoísta, pues uno practica- creyéndose rejuvenecido- el proverbio de “que hay dos clases de personas:
las que envejecen y las que siguen aprendiendo”. La diversión de su lado, viene
del proceso investigativo mismo, pues aparte de aprender cosas nuevas, uno
tropieza generalmente con informaciones sorprendentes.
Hace poco, para citar un ejemplo,
investigando un tema que tocaba el Universo y sus maravillas, me fue necesario aprender
un poco de Astronomía, su historia y
sobre la vida de los grandes científicos que han contribuido con su genio a
descubrir el funcionamiento de este maravilloso conjunto espacial en que
viajamos. Hurgando en la teoría del “big bang” la cual atribuyen al astrónomo
estadounidense Hubbel (él del telescopio espacial y de la Ley Galáctica que
llevan su nombre). Sin embargo me tropecé con un nombre desconocido: George
Lemaitre, un sacerdote belga quien propuso la idea de un universo en expansión,
dos años antes que Hubbel lo hiciera. Lemaitre tenía dos problemas: 1) Había
publicado su original teoría en una oscura revista, 2) Lemaitre no venía de una
nación hegemónica. ¿Plagio?¿Error? ¿Coincidencia? ¿Poder Político? Sea usted el
jurado y vea algunos antecedentes en los enlaces:
La otra sorpresa, esta más reciente, fue mi intención de comentar la
impactante noticia de la semana pasada,
creada con la denuncia de los periódicos “The Washington Post” y “The Guardian”
sobre el hecho, que ya temíamos, que el gobierno de los EUA- con la excusa de
su lucha contra el terrorismo- tiene desde hace tiempo acceso a todas las
plataformas informáticas de las principales compañías telefónicas y de servicio
de Internet (Verizon, Google, etc) y por tanto controla todas y cada una de las
llamadas telefónicas y de correos electrónicos hechos desde y hacia los EUA y
otros países de interés. Ver:
http://www.elmundo.es/america/2013/06/06/estados_unidos/1370479415.html
Este control de las acciones de cada uno de los ciudadanos, nos indujo a
conectar esa noticia con la famosa novela “1984” publicada en el 1948 por el
escritor inglés George Orwell en la cual se describe un gobierno futurista
totalitario (el Hermano Mayor) quien tiene absoluto control de cómo piensan y
actúan sus ciudadanos. Ver
Y aquí de nuevo la sorpresa. Resulta que teóricamente Orwell plagió su
novela al escritor ruso Yevgeni Zamiatin quien en el 1921publicó su obra
“Nosotros” de la cual 1984 parece según los críticos, una copia. Ver:
Pero, si las denuncias de que la sociedad global se encamina ya a
convertirse en este mundo orwelliano (¿o será Zamiatiniano?) no habrá que
preocuparse por secretos guardados ni derechos de autor, ni mucho menos
discutir si el corrimiento hacia el rojo de la luz que irradia una galaxia es
conocido como la Ley de Lemaitre o como
Ley de Hubble, pues tendremos seguridad aunque
YA NO HABRÁ MÁS LIBERTAD
Con el fin de
respetar
a sus posibles
lectores
los que aspiran a
escritores
deben bien investigar
pues se pudiera
copiar
algún texto conocido
y ese plagio tan
temido
que se puede cometer
es lo mismo que
obtener
un crédito inmerecido.
Sucede en la astronomía
como en cualquier otra ciencia
que en infeliz coincidencia
se copie una teoría
y un honor que no tenía
un segundo más genial
en un plagio colosal
lo dijo al mundo primero
dándole un golpe certero
al autor original.
Pero llegó el Gran Hermano
no habrá secretos guardados
pues ya nos tiene fichados
el Gobierno Americano
y en un mundo orwelliano
tendremos seguridad
pero sin privacidad
ni secretos que robar
sólo habrá que lamentar
que no habrá más libertad.
Rafael Martínez Céspedes
10 de junio de 2013
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