Las primeras imágenes de destrucción y muerte por el ataque terrorista resultaban engañosas porque el entorno visual no coincidía con uno de los países del Medio Oriente. Con la misma sorpresa de los sobrevivientes noruegos, que no podían entender que en su tranquila Oslo, denominada la Capital Nobel de la Paz, estuviesen ocurriendo hechos de esta naturaleza, igual pavor mostró el mundo al enterarse que junto a la explosión de Oslo, el mismo obcecado y demente criminal responsable del atentado estaba consumando personalmente la ejecución en masa de cerca de un centenar de jóvenes en un campamento de Verano.
Es ciertamente una inveterada manía de la raza humana, cambiar de forma constante el mapa de la geografía mundial como resultado de las endémicas guerras e invasiones, que son parte inherente a nuestra especie. A estas guerras e invasiones, debemos añadir el terrorismo, pues por lo visto Noruega ha pasado al Medio Oriente.
En otra dimensión, las fuerzas de la Economía también parecen estar afectando el mapamundi: En Washington- al igual que sucedió en la Argentina a principios de este siglo – sus dirigentes políticos no logran ponerse de acuerdo y al parecer el gran país del Norte, primera economía mundial, pronto entrará en cesación de pagos. ¿Un corralito en Inglés?
Claro que los países europeos al compás de protestas sociales nunca antes vistas, están pasando por dificultades económicas que recuerdan situaciones generadas en el Tercer Mundo. Si alguien, viendo el contexto global donde ocurren estos hechos, me puede dar una explicación, favor de enviármela que la recibiré con agrado, aunque con inmensa sorpresa. Mientras tanto, suspendo temporalmente mis viajes pues el mapa mundial
HA CAMBIADO NUEVAMENTE
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