Aunque lo que está pasando en Francia con las
violentas protestas de los llamados “chalecos amarillos” pueda parecer un problema
local, debemos prestarle suma atención – pues igual a lo que sucedió en Paris hace
más de 2 siglos – esta revuelta podría tener un impacto tan profundo en la
comunidad mundial, como la que tuvo aquella famosa revolución de 1789.
De forma resumida, el gobierno del presidente francés Emmanuel Macron – en su papel de abanderado defensor del movimiento para mitigar el Cambio Climático en todo el mundo - decidió aumentar el precio de los combustibles fósiles que ha afectado como lo hizo en el 1789, los estómagos y bolsillos de una clase media rural y urbana ya resentida por el deterioro en su nivel de vida por el aumento general de los precios.
De forma resumida, el gobierno del presidente francés Emmanuel Macron – en su papel de abanderado defensor del movimiento para mitigar el Cambio Climático en todo el mundo - decidió aumentar el precio de los combustibles fósiles que ha afectado como lo hizo en el 1789, los estómagos y bolsillos de una clase media rural y urbana ya resentida por el deterioro en su nivel de vida por el aumento general de los precios.
Lo que conecta estas protestas francesas con el ámbito
universal es, por supuesto, el tan cacareado Cambio Climático inducido por los
humanos, tema sobre el cual el ciudadano de a pie ya viene preguntando con
insistencia: ¿Es real o una farsa? ¿Si es real, cuál es su origen? ¿Cuáles son
sus consecuencias? ¿Tenemos tiempo para solucionar el problema? ¿A quién corresponde
resolverlo?
El
punto de partida para iniciarse en la comprensión del origen del Cambio
Climático, es el aumento incontenible de la población mundial que agrega alrededor
de 100 millones de bocas cada año al total actual de 7,500 millones y al reto
constante de proveerle alimentos y otros suministros para la subsistencia que
deben ser producidos mediante la utilización creciente de energía, el uso
intensivo de terrenos y tecnologías agrícolas y el mantenimiento de sistemas de
transporte inter-urbanos para viabilizar dicha producción, procesos todos que a
su vez generan gases que van formando una especie de cubierta tipo invernadero
que retiene la energía solar y causa el calentamiento de los océanos, el
deshielo de los glaciares y altera todos los componentes de la biosfera.
Las consecuencias ya están a la vista: fenómenos meteorológicos
extremos; inundaciones, sequías, mega huracanes, incendios forestales, pérdida
de la biodiversidad.
Para hacer aún más mala y más real esta noticia, la comunidad científica nos alerta que no disponemos de mucho tiempo para detener este proceso que amenaza la supervivencia de la raza humana. Prominentes ciudadanos de todo el mundo señalan que el Cambio Climático inducido por el hombre es el reto más importante que ha enfrentado la humanidad en el curso de su existencia sobre este maltratado planeta.
Para hacer aún más mala y más real esta noticia, la comunidad científica nos alerta que no disponemos de mucho tiempo para detener este proceso que amenaza la supervivencia de la raza humana. Prominentes ciudadanos de todo el mundo señalan que el Cambio Climático inducido por el hombre es el reto más importante que ha enfrentado la humanidad en el curso de su existencia sobre este maltratado planeta.
La realidad es que al parecer la humanidad está
encerrada en su propia trampa creada alrededor de los combustibles fósiles, de
un sistema de movilización centrado alrededor de máquinas individuales de
combustión interna y de un estilo de vida incompatible con el uso racional de
los recursos de la naturaleza, que dificultan – por no decir que hacen
imposible – un solución pacífica al problema, como ya lo estamos viendo en
Francia.
El por qué nos parece significativo y trascendental el
movimiento de los chalecos amarillos, es que la Humanidad comienza con lo que
parece ser una protesta local, a enfrentar la enorme encrucijada frente al Cambio
Climático: que la solución no vendrá de parte de los grandes intereses a quienes
dicha solución les perjudicaría pero tampoco, quienes no fueron parte importante
de ese desastre, están dispuestos a pagar por los platos que otros
rompieron. Resultado: una lucha que involucra dos bandos antagónicos e
irreconciliables y un espectador inocente que será el perdedor: la Tierra.
Y de ese modo, se distorsiona el conocido proverbio, pues esta vez Entre Un Par de Contendientes
Y de ese modo, se distorsiona el conocido proverbio, pues esta vez Entre Un Par de Contendientes
SUFRE UN TERCERO INOCENTE
Una extraña situación
creó en Francia un Presidente
que cuidando el Medio Ambiente
formó una revolución
Olvidó el señor Macrón
un principio muy sencillo
que el del chaleco amarillo
tiene un problema vital
pues más que el tema ambiental
le duele más el bolsillo.
Un hecho trascendental
en Francia están ventilando
ver es quien vendrá pagando
por el calentón global
No será el gran capital
ya que afecta su interés
ni el que vive mes por mes
se querrá sacrificar
ni platos rotos pagar
por el más rico otra vez
Una sorpresa velada
descubre la Humanidad
al saber que en realidad
está en petróleo atrapada
Y una triste encrucijada
está al doblar de la esquina
pues no es pan, es gasolina
la que provoca la guerra
y aunque es muy triste, es la Tierra
quien irá a la Guillotina.
Rafael E. Martínez Céspedes
10 de diciembre de 2018
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