martes, 4 de septiembre de 2018

LA LECCIÓN DE JOHN MC CAIN




Como ya lo vienen comprobando muchos cónyuges desvelados, la adicción a las series de Netflix es real y se ha venido convirtiendo en el verdadero opio de las masas.

Tal éxito se debe a la genialidad de los guionistas y productores de las miles de series emitidas por Netflix. Normalmente una serie tiene cientos de episodios, donde - o se introducen cada noche nuevos personajes caracterizados generalmente por su gran astucia o maldad-  o se dan giros dramáticos e inesperados al guión    que dejan al televidente con unas ganas locas de saber el desenlace, el cual encadenan de nuevo al que le sigue, en una versión moderna de “Las Mil y Una Noches”.

Yo puedo atestiguarlo. Se me ocurrió hace algunos años, tener mi primera y última experiencia con Netflix, que fue la popular serie “Breaking Bad”. Para ver el final de la misma tuve que trasnocharme dos noches corridas, razón por la cual juré en ese momento no tocar jamás ese diabólico instrumento.

Sin embargo, continué como siempre siguiendo el devenir de los acontecimientos en Washington, sobre todo a partir de la inesperada y tortuosa aparición del candidato Trump al escenario político en el 2015 y su ejercicio como nuevo presidente norteamericano desde Enero del 2017 a la fecha. 

Créanme, que no hay mucha diferencia con el caso de Netflix: las noticias que vienen a cada hora de Washington rivalizan la más popular de estas series en cuanto a lo aberrante de su contenido. a su  dramatismo y - sobre todo al suspense - por el peligro que representan para el mundo.

Se levanta el telón y aparece Trump declarando a Canadá o a CNN un riesgo para la seguridad de los Estados Unidos o enemigos del pueblo. Tras bambalinas espera inquieto Kim Jon Un,  primero hombrecito cohete, después Distinguido Presidente. Los aliados de Europa y NATO son enemigos, Rusia y Putin los amigotes. Paul Manafort, Gran Estratega, Paul Manafort hoy prisionero. Caen Flynn, Bannon, Cohen. Pone  a Sessions, luego lo insulta. Drama interminable que no puede apagarse como se hace con Netflix. La gente habla, los medios protestan, pero las cosas siguen igual.

Quizás por eso John McCain, el ex piloto capturado en Vietnam y veterano senador, insultado y adversado por Trump decidió convertir su esperado funeral en un mensaje que fue más elocuente que todas las voces que se alzan hoy en día en los Estados Unidos, advirtiendo que el Estado de Derecho está en peligro y que el verdadero papel de un político es colocar el servicio a su país por encima de su Ego y sus intereses personales.

Quizás estas décimas resumen la contraposición total en la figura del héroe Mc Cain con la del controversial presidente.


LA LECCIÓN DE JOHN MCCAIN

Que puede un muerto humillar
a un presumido arrogante
un senador importante
lo acaba de demostrar
Quiso ese héroe recordar
como probado  guerrero
que el país viene primero
sin importar sacrificio
no en el continuo servicio
a la pompa y al dinero

No invitar al Presidente
al vistoso funeral
resultó un hecho especial
que no tiene precedente
hecho que hace muy patente
esa enorme división
que la otrora gran nación
con ello al mundo ha mostrado
mundo que ahora de su lado
tiembla de preocupación

Es que es bueno recordar
como una regla de vida
que una casa dividida
puede el viento derribar
Y en un mundo nuclear
falto de sabiduría
si uno ve toser un día
a un país fuerte y armado
el pobre que esté a su lado
morirá de pulmonía

Rafael Martínez Céspedes
3 de septiembre 2018

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encantó