EL MUNDO CURA Ó TORTURA

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Introducción

Desde hace algunos años, me he convertido en un observador aficionado de ciertos episodios que nos traen los medios de comunicación social-  algunos cómicos y divertidos, otros trágicos y desagradables – sobre lo  que constituye esta comedia humana  que llamamos vida y he venido anotando mi visión de ellos, en una publicación en Internet que he bautizado “Décimas Dominicanas”, pues el colofón de cada narración en prosa, la constituyen tres estrofas en décimas, ese magnífico instrumento de nuestra lengua, que de una forma rítmica sirve para confrontarnos con sus verdades, movernos y conmovernos para denunciar iniquidades, clamar por más justicia y dar voz, a los que nunca la han tenido.

Aclarado el estilo, la siguiente tarea fue dar un cierto orden al caos de las anotaciones que fui coleccionando de este planeta , más parecido a un circo de pistas múltiples que a una sociedad global ordenada. Debo confesar que fracasé en esta última tarea: El mundo es de por sí caótico y disfuncional, como lo confirman entre otras cosas, las  constantes guerras, actos terroristas, crisis financieras, desastres naturales y los actos irracionales de los actores de este teatro global y surrealista.

Lo que sí pude distinguir en esa colección de observaciones fue esa eterna e incongruente naturaleza dual de los seres humanos que nos permite a la vez “ser instrumentos de cura o de tortura”, “ser salvajes primitivos o seres elevados y espirituales” como puede verse en la primera entrega titulada “¿Somos Calibán o Ariel?.

Así en nuestra conducta colectiva social, encontramos seres que con sus acciones nos llenan de orgullo, otros que nos infunden vergüenza o nos provocan espanto, o bien nos hacen llorar y pocas veces reír. A pesar de  que los he clasificado un poco de antemano, he dejado que sea el lector quien indique a que categoría pertenece finalmente cada tema.

Dicho esto, mi única esperanza es que quien me honre con su lectura, saque algún tipo de enseñanza de provecho o una sana distracción que le ayude a aliviar su carga en esta su involuntaria visita a esta Tierra.

Rafael Martínez-Céspedes
19 de septiembre de 2013