CENICIENTA EDUCACIÓN

Triste, muy triste, casi rayando en lo patético, fue la cruel coincidencia esta semana de dos eventos al parecer inconexos, pero que sacuden el espíritu y hacen sentir a uno hasta en los huesos la escalofriante realidad tercermundista.

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El primero de estos eventos aconteció en Europa en la sobria asamblea de la Academia Sueca donde el escritor peruano, ahora de trascendencia universal, Mario Vargas Llosa en un vibrante y tierno discurso con motivo de haber recibido el Premio Nobel de Literatura, se expresó en estos términos: " Aprendí a leer a los cinco años en la clase del Hermano Justiniano en el Colegio de la Salle en Cochabamba, Bolivia. Es la cosa más importante que me ha pasado en la vida. Casi setenta años después recuerdo con nitidez como esa magia, traducir las palabras de los libros en imágenes, enriqueció mi vida, rompiendo las barreras del tiempo y el espacio.... La lectura convertía el sueño en vida y la vida en sueño y ponía al alcance del pedacito de hombre que era yo, el universo de la literatura."

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Las letras, la educación enseñaron a Vargas Llosa a defender y amar la libertad de todos los hombres, le dieron valor para combatir y desafiar los tiranos y a los "pedacitos de hombre" que hoy gobiernan algunos lugares del mundo y quieren doblegar a otros hombres a sus ideas y a su extraño modo de pensar. ¡Que lindo monumento, ese discurso, al poder liberador de la Educación!!

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El otro evento, igual de alucinante, sucedió de este lado del Atlántico, en la República Dominicana, lugar que el flamante laureado al Nobel mencionó un par de veces en su discurso, donde una coalición de ciudadanos generó de manera casi informal y espontánea, un movimiento de opinión para hacer que el Gobierno Dominicano cumpliera su propia ley de asignar a la educación pública el 4% del Producto Interno Bruto, que hoy en día es un magro 1.8%!!. Las autoridades dominicanas, desoyeron"todos los gritos y pataleos" de los que apoyaban el movimiento y de forma arbitraria no cumplieron con el mandato legal prescrito.

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No entremos en las razones reales del Gobierno para impedir que el pueblo dominicano "convierta su sueño en vida y la la vida en sueño". Sigamos el ejemplo del peruano insigne y convirtamos en ficción la triste realidad de la educación dominicana. Dejemos que la Educación del pueblo continúe siendo la triste Cenicienta del cuento, pero mantengamos viva la esperanza de que más temprano que tarde aparecerá un príncipe liberador que le haga olvidar que ella fue un día

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CENICIENTA EDUCACIÓN

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A la niña Educación

su padre no toma en cuenta

pues es siempre Cenicienta

a quien comen su ración

y la parte del león

dan a una niña mimada

que es sin dudas la malcriada

es la niña Presidencia

que llena de prepotencia

quita a todas su Mesada.

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Otra gran niña malcriada

es la tal Cancillería

pues reparte noche y día

consulados y embajadas

que son las presas ganadas

de apoyar la reelección

por la extraña coalición

de improvisados aliados

hoy con los fondos robados

a Salud y a Educación.

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No es de líderes prudentes

acostumbrarse a pensar

que es más fácil gobernar

iletrados e indigentes

y debían los Presidentes

si el pueblo quiere aprender

acostumbrarse a ceder

aunque sea un cuatro por ciento

que evite el furor violento

de las masas con Poder.

Rafael Martínez Céspedes

10 de diciembre de 2010.