jueves, 4 de diciembre de 2008

LO QUE NO DIJO CELENTE




Dicen que no existiría un Dios más cruel que uno que permitiese que sus criaturas conozcan su futuro. Los humanos, sin embargo, al parecer son impacientes y desoyendo la sabiduría sí les interesa otear en su porvenir. Prueba de lo que digo son los exitosos ejemplos que adornan la Historia Universal: los profetas bíblicos, los griegos con sus oráculos, los romanos estudiando las entrañas de animales y así sucesivamente hasta llegar a las tarots de nuestros días.

Quizás el más famoso adivinador del futuro lo ha sido el francés Nostradamus, cuyas cuartetas incomprensibles aún son buscadas por los infelices interesados en conocer el principio de la Tercera Guerra Mundial o el final de los tiempos. Con el advenimiento de la tecnología, sin embargo, ha surgido un nuevo Nostradamus, llamado Gerald Celente que al frente de un grupo de economistas en su Instituto para la Investigación de Tendencias predijo con éxito el desplome de Wall Street en 1987, la caída de la Unión Soviética en el 1991, la explosión de la burbuja de los punto com y la crisis de la hipotecas “basura”. Ahora Celente, se ha destapado diciendo que en el 2012 los Estados Unidos será un país subdesarrollado, con revoluciones, pobladas por alimentos y otros adjetivos que sólo adornan a los países pobres.

Aunque no tengo la imaginación para ver inmundos caseríos surgir a orillas del río Hudson en Manhattan, o ver multiplicarse improvisadas chozas debajo del puente Golden Gate de San Francisco, ni a los americanos sudando un largo apagón en Times Square después de pagar carísimo el kilovatio hora, si tengo la experiencia – como casi todos mis compatriotas -en estos temas como para darle algunas claves a los gringos en el tema del subdesarrollo. Por ejemplo, ahí van de forma gratuita, algunos consejos sobre


LO QUE NO DIJO CELENTE

Con su laptop en la mano
Celente ha profetizado
que ahora subdesarrollado
será el pueblo americano
y como un vecino hermano
que conoce la materia
quisiera de forma seria
a esa gente aconsejar
sobre el modo de aumentar
en un país la miseria.

Se empieza en la Educación
recortando el presupuesto
no hagan un gobierno honesto
fomenten la corrupción
no piensen en la Nación
más bien en cosas banales
o en obras monumentales
al lado de caseríos
que destruyendo los ríos
forman sucios arrabales.

Acepten los apagones
no sufran el hambre ajena
ni sientan dolor ni pena
por la salud de millones
pidiendo en sus oraciones
Dios mejore su destino
ilumine su camino
y los tenga a bien cuidar
pues los pudiese explotar
un poderoso vecino.

Rafael Martínez Céspedes


3 de diciembre de 2008

1 comentario:

Anónimo dijo...

También podemos enviarle un grupo de colonizadores voluntarios.