miércoles, 2 de julio de 2008

ECHÁNDOLE LEÑA AL FUEGO

Nos dicen los historiadores que las revoluciones, sobre todo en el sentido de insurrección o revuelta, “son consecuencia de procesos históricos causados por fuerzas sociales que al acumularse originan cambios súbitos y violentos respecto al pasado inmediato".

Las fuerzas sociales que dieron su origen a la Revolución Francesa, por ejemplo, empezaron a gestarse mucho antes de la Toma de la Bastilla en Julio del 1789. Señalan los estudiosos que entre las causas que originaron la histórica revuelta lo fue el descontento generalizado contra las reglas económicas y sociales que favorecían a grupos privilegiados, una crisis de alimentos que originó levantamientos en el campo y la crisis financiera del Gobierno de Luis XVI que gastaba mucho más de lo que ingresaba. Si todo esto suena familiar, no es pura coincidencia.

En medio de la mortal escalada alcista del petróleo, cuyo precio se ha elevado a niveles históricos nunca vistos y responsable a su vez de que la comida aumente de precio astronómicamente o desaparezca de los escaparates, no deja de sorprendernos la actitud de nuestros diputados quienes-en vez de someterse a un plan de austeridad ejemplarizador - anuncian que han decidido aumentarse sus ya abultados salarios en más de un cincuenta por ciento. Debía haber bastado que los diputados reflexionaran sobre las demandas de los médicos, de los transportistas, las gasolineras, amén de todos los ciudadanos afectados por la crisis actual, para saber que los conflictos sociales que aquejan nuestra sociedad son más peligrosos que los de la Francia prerrevolucionaria y que con su actitud lo que hacen es

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Con el país colocado
entre la vida y la muerte
mejorar su propia suerte
deciden los diputados.
Sus sueldos se han aumentado
de una forma escandalosa
cuando el precio de las cosas
nos tienen en pie de guerra
y el petróleo a nuestra tierra
da una estocada alevosa.

La crisis alimentaria
desde China a las Azores
hizo a los legisladores
su dieta hacer prioritaria.
Su medida estrafalaria
que ellos tildan de legal
además de irracional
es también desatinada
y por el pueblo juzgada
de imprudente e inmoral.

La danza de los millones
se ve quieren continuar
los que dicen gobernar
este país de ilusiones.
Todas las revoluciones
incluyendo la del Sena
dejan entre luto y pena
una lección importante
nunca debe un gobernante
abusar del hambre ajena

Rafael Martínez Céspedes
2 de julio de 2008.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Allons enfants de la patrie!
Les diputés sont arrivés!