EL POBRE MUERE EN LA ORILLA
Es drama muy singular
ver un pueblo empobrecido
desgarrado, entristecido
hacia la nada escapar
Muy difícil de olvidar
de un niño el rostro inocente
que un decreto de repente
por una razón de Estado
a vivir lo ha condenado
en lejano, extraño ambiente
Tanto sudor derramar
trae una lección sencilla
que el pobre muere en la orilla
por más que intente nadar.
Su destino es trabajar
solo para estar cansado
viendo el pobre desgraciado
que su vida es triste y dura
y que su suerte segura
será morir desterrado.
No vemos la explotación
del débil por el más fuerte
ni que sólo a ambos la muerte
pondrá en igual condición
La histórica situación
del vecino da tristeza
pues con mucha ligereza
lo queremos expulsar
en vez de al pobre enseñar
a salir de su pobreza.
Rafael E. Martínez Céspedes
25 de junio de 2015
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