Todos conocemos la riqueza de la lengua castellana,
ese inmenso tesoro que nos dejaron los voraces conquistadores españoles cuando
arrasaron con sus espadas y su cultura las fecundas tierras de nuestra América.
Ese idioma y esa cultura, los hemos enriquecido los
diferentes pueblos que se fueron formando a lo largo y ancho del nuevo
Continente. Para demostrarlo, les doy
como muestra un solo botón: el vocablo que utilizan los estudiantes de diversos
países de nuestra América India cuando reprueban un examen o una asignatura en
la escuela o Universidad. Mientras en España le llaman oficialmente “suspender”
o “ser suspendido” en un examen, en Venezuela le llaman “raspar” (me rasparon
en Matemáticas), en Costa Rica le llaman “mamar” (“me mamé en el último examen”)
, en México y Cuba usan “tronar”, en Argentina “cagar” o "bochar" y aquí en Dominicana – quizás en honor a nuestro inclemente calor tropical- decimos “quemarse”: “me quemé en el examen de Ética y
Moral.” Por favor ver:
Pues bien, según el último reporte publicado por la
organización Transparencia Internacional, quien en materia de corrupción
administrativa asigna a los diferentes países del mundo una calificación que,
como en los exámenes escolares va del 1 al 100, la República Dominicana- como
prefiera usted llamarlo- se ha “raspado”, se ha "mamado", se ha "bochado", o en nuestro argot se ha quemado o achicharrado al
sacar un magro 32 (sobre 100) y el
número 115 entre 175 países estudiados (el #1 es el menos corrupto; el #175 el
más corrupto). Favor Ver:
Para los que vivimos aquí, esos resultados resultan
más que obvios: Tenemos el dudoso privilegio de tener un Sistema de Justicia donde se archivan – sin derecho a una investigación o
instrucción previa – abultados expedientes contra personajes que en su paso
meteórico por las arcas del Estado han acumulado fortunas que compiten con la del
Rey Salomón y cualquier esfuerzo de organizaciones cívicas de iniciar acciones legales
contra dichos señores, como lo viene haciendo España** , terminan
con la rápida decisión de archivar los expedientes: Así no, concluyo yo de paso, ya que “estudiando, nadie se quema”.
Pero como ni estudiamos, ni hacemos nuestros deberes, por fuerza debemos “quemarnos” como país en los exámenes de Transparencia Internacional y no debemos
sorprendernos si una mañana nos
despertamos para descubrir que esas pequeñas nubes que fueron apareciendo como
manifestaciones esporádicas en nuestro horizonte social, como ya lo hicieron en
países vecinos, se han convertido en negros nubarrones o un terrible vendaval, porque fuimos sordos a
las voces que como Transparencia Internacional nos gritaban:
¡¡SU JUSTICIA ANDA MUY MAL!!
La Escuela de
Transparencia
ahora acaba de anunciar
que al país volvió a “quemar”
con nota de insuficiencia
traicionando la
inocencia
de un pobre conglomerado
que un romántico* ha tildado
de país o de nación
donde hay mucha corrupción
e impune robo al Estado.
Es lógica elemental
y deducción muy certera
que donde ese mal impera
la justicia anda muy mal
pero el loco carnaval
parece se está acabando
pues se vienen escuchando
voces en la lejanía
y pudiese ser que un día
nos despierte un vendaval.
Hasta un niño va a entender
el fruto de esas acciones
pues en vecinas naciones
más de un ejemplo hay de ver
y aunque nadie va a aprender
en cabeza de otra gente
solo le ocurre a un demente
con la impunidad pactar
o de un buen Juez ocultar
un abultado expediente.
Rafael Martínez Céspedes
7 de diciembre de 2014.
*Juan Pablo Duarte
** España ha tomado sus drásticas medidas por su desventaja en transparencia cuando se le compara con sus vecinos europeos, pues solo sacó un 60 y quedó como
país #37/175 mientras Alemania obtuvo un 79 quedando como #12/175 y Suecia con un sobresaliente 87 y #4/175 en el Examen de Transparencia Internacional. ¿Culpas del tiempo son que no de España??
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