martes, 22 de octubre de 2013

PARA EL CAMINO ALUMBRAR


Aunque parezca paradójico, realmente los problemas, como ya lo dijo un sabio, se ven mayores en la distancia. También parece igual de paradójico que, a pesar de los grandes progresos tecnológicos logrados por la humanidad en todos los órdenes y el aumento en la capacidad del hombre en pronosticar eventos futuros, la incertidumbre humana en este mundo tan complejo, como lo atestigua el mercado creciente de ansiolíticos farmacéuticos,  se hace cada día mayor y devastadora.

Los problemas económicos y de la salud, tienen evidentemente la mayor cuota en cuanto a los factores causales de la ansiedad. Por eso, en esta época de burbujas inmobiliarias, de una nunca vista tasa de desempleo en las economías desarrolladas, de cierres de gobiernos por diferencias políticas, de la proliferación de nuevos virus letales y de nuevas enfermedades, entre otros males, las iglesias cristianas vienen arengando a sus feligreses a practicar el difícil arte de no tener ansiedad por el futuro y ejercer el bíblico precepto de “dejar que cada día traiga su propio afán.”

Recientemente me tocó escuchar dentro de este contexto,  un profundo sermón a cargo del Pastor Miguel Núñez de la Iglesia Bautista Internacional (IBI) de Santo Domingo,  donde comentaba el discurso pronunciado en la radio por el Rey Jorge VI de Inglaterra en la Navidad del 1939.  Se recordará que apenas en Septiembre de ese año, se habían iniciado las hostilidades de parte del aparentemente invencible Ejercito Alemán de Hitler, en lo que se convertiría en la cruenta Segunda Guerra Mundial. Debe recordarse también que Inglaterra – por la política errada de sus dirigentes políticos que embaucados por el Führer alemán trataron de apaciguarlo mediante concesiones onerosas -descuidó armarse estratégicamente y se encontraba en desventaja frente a la Alemania Nazi.

Mencionó el Pastor Núñez en el aludido sermón, que el Rey  Jorge– utilizando ese enorme poder transformador y de inspiración que ha tenido siempre la poesía – coronó su discurso con una porción  del poema de la filósofa y académica inglesa Minnie Louise Haskins titulado “The Gate Of The Year” (La Puerta de Entrada al Año”, el cual traducido libremente dice asi:

“Y le dije al hombre que estaba en la puerta del año: "Dame una luz para que pueda andar con seguridad hacia lo desconocido." Y él respondió: "Ve a la oscuridad y pon tu mano en la mano de Dios. Eso será mejor que una luz y más seguro que un camino conocido "

Favor ver el original completo inglés en el enlace:


y el discurso radiofónico del Rey Jorge VI al pueblo inglés en:



Como se vio, nadie hubiese podido prever  que los ingleses inspirados por el genial Winston Churchill que sólo les había prometido “sangre, sudor y lágrimas” resultaran a la postre vencedores y contra todas las probabilidades convirtieran un futuro “negro” en un presente de libertad y de esperanza.  A ellos todos y a quienes aún vivimos preocupados por el futuro, he preparado estas décimas inspiradas en el poema de la Haskins.

PARA EL CAMINO ALUMBRAR

Lo difuso y muy lejano
siempre hemos querido ver
cuando es más fácil hacer
lo que está claro y cercano.
No entiende el género humano
que el futuro vislumbrar
es igual que caminar
sin luz en la noche oscura
tarea incierta y muy dura
que se debe a Dios dejar.

Inglaterra acorralada
por el Imperio del Mal
su entereza proverbial
nunca fue jamás quebrada
pues el Rey con voz pausada
pidió auxilio a la poesía
y del año que venía
le preguntó al centinela
si alguna luz o una vela
para ver mejor tenía.

“El futuro conocer
al humano está vedado
y un sendero iluminado
nunca podremos tener
No sufrir con el ayer
como acostumbra la gente
confiar en el Omnipotente
para el camino alumbrar
y para el diario afanar
siempre ha bastado el presente”.

Rafael Martínez Céspedes
22 de octubre de 2013 

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