Quien ha tenido la dicha de ser padre ha comprobado en carne propia también, que la felicidad no “sólo viene en cuadritos” como reza un genial slogan publicitario de una conocida marca de chocolate, si no que con cada pedacito de la misma nos trae su correspondiente trozo de retama. Para confirmarlo ahí están los desvelos que nos trae el nuevo crío, quien después de ser colocado a dormir placidamente en su cuna, al filo de la madrugada nos despierta con sus alaridos.
Por eso me pareció deportiva y jocosa, la salida de John McCain, “perdedor” en las recientes elecciones norteamericanas de que después de su derrota estaba durmiendo como un bebé: “Me duermo” dijo “ y al poco rato me despierto llorando.”. Si el que gana es el que goza, como dicen del que se lleva el primer premio de una contienda electoral, no indican cuanto durará ese gozo.
Después de la satisfacción del triunfo, al señor Obama le esperan sin dudas grandes retos y momentos de amargura: Un mundo al borde de la quiebra – cuyas causas no entienden o no quieren entender los miembros del G-8, convertido en G-20 y quizás muy pronto en G-150; un país con dos frentes de guerra onerosos y complejos y un modelo económico mundial centrado en el consumismo, el automóvil y la contaminación cuyo nudo gordiano nadie se atreve a cortar. Si como dicen los analistas del comportamiento humano, nuestro subconsciente dirige nuestros actos, se tiene que estudiar la conducta de los “perdedores” y ver si en realidad sus errores de campaña, obedecieron a su recóndito deseo de no enfrentar tal problema. Por eso más que aceptarlo, debíamos preguntarnos
EL QUE GANA ¿ES EL QUE GOZA?
Es cuestión muy dolorosa
en elecciones perder
pues muy dulce es el Poder
el que gana, es el que goza
y oí de forma jocosa
a un perdedor proclamando
que al no estar politiqueando
duerme cual recién nacido
pues al rato de dormido
luego despierta llorando.
Si uno se pone a pensar
lo que al ganador espera
crisis global financiera
y en dos guerras batallar
quizá se ponga a llorar
como lo hace el perdedor
ya que el nuevo vencedor
será ahora el responsable
y pronto será culpable
de lo de su antecesor.
Se concluye que gozar
es término relativo
y tendrá que ser muy vivo
el que acaba de llegar
para poder aplacar
el reclamo de la gente
de un nuevo mundo insolvente
por lo que claro se ve
dormirá como un bebé
pronto el nuevo Presidente.
Rafael Martínez Céspedes
15 de noviembre de 2008
Por eso me pareció deportiva y jocosa, la salida de John McCain, “perdedor” en las recientes elecciones norteamericanas de que después de su derrota estaba durmiendo como un bebé: “Me duermo” dijo “ y al poco rato me despierto llorando.”. Si el que gana es el que goza, como dicen del que se lleva el primer premio de una contienda electoral, no indican cuanto durará ese gozo.
Después de la satisfacción del triunfo, al señor Obama le esperan sin dudas grandes retos y momentos de amargura: Un mundo al borde de la quiebra – cuyas causas no entienden o no quieren entender los miembros del G-8, convertido en G-20 y quizás muy pronto en G-150; un país con dos frentes de guerra onerosos y complejos y un modelo económico mundial centrado en el consumismo, el automóvil y la contaminación cuyo nudo gordiano nadie se atreve a cortar. Si como dicen los analistas del comportamiento humano, nuestro subconsciente dirige nuestros actos, se tiene que estudiar la conducta de los “perdedores” y ver si en realidad sus errores de campaña, obedecieron a su recóndito deseo de no enfrentar tal problema. Por eso más que aceptarlo, debíamos preguntarnos
EL QUE GANA ¿ES EL QUE GOZA?
Es cuestión muy dolorosa
en elecciones perder
pues muy dulce es el Poder
el que gana, es el que goza
y oí de forma jocosa
a un perdedor proclamando
que al no estar politiqueando
duerme cual recién nacido
pues al rato de dormido
luego despierta llorando.
Si uno se pone a pensar
lo que al ganador espera
crisis global financiera
y en dos guerras batallar
quizá se ponga a llorar
como lo hace el perdedor
ya que el nuevo vencedor
será ahora el responsable
y pronto será culpable
de lo de su antecesor.
Se concluye que gozar
es término relativo
y tendrá que ser muy vivo
el que acaba de llegar
para poder aplacar
el reclamo de la gente
de un nuevo mundo insolvente
por lo que claro se ve
dormirá como un bebé
pronto el nuevo Presidente.
Rafael Martínez Céspedes
15 de noviembre de 2008
1 comentario:
Bueeno. Así nadie quiere gozar.
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