En los medios nacionales se observa que continúa vivo el debate sobre los
esfuerzos de amplios sectores para hacer que el Gobierno Dominicano cumpla su
propia ley, la cual le ordena invertir un 4% del Producto Interno Bruto en educación en vez del magro 2% que invierte en la actualidad. También observo que las
autoridades han decidido “problematizar” el problema ampliando la controversia actual,
mediante el condicionamiento del aporte estatal al hecho de que “la educación
sea de calidad y que se defina el “cómo, cuándo, y para qué” otorgar los fondos
dedicados al sector.
La Argentina – un país al cual
admiro por la educación y cultura de su gente – dedica casi un 7% de su PIB al
sector educación, y tiene una admirable historia en materia de educación
pública que debía ser un paradigma para pueblos en estado de crisálida, como el nuestro. Por eso me he permitido
reproducir del Internet, lo siguiente: “La educación en la Argentina empezó a
tener peso en 1868 a partir del presidente Domingo Faustino Sarmiento.
Sarmiento fomentó la inmigración y trajo educadoras norteamericanas con el
modelo de educación europeo y construyó escuelas y bibliotecas en todo el país,
que terminó con doblar la inscripción de alumnos al final de su mandato.
Se destacó tanto por su laboriosa
lucha en la educación pública como en contribuir al progreso científico y
cultural de su país. En 1947 la Conferencia Interamericana de Educación
estableció como Día Panamericano del Maestro al 11 de septiembre el día en el
que murió Sarmiento, para conmemoración del trabajo realizado por tal
presidente.” http://es.wikipedia.org/wiki/Domingo_Faustino_Sarmiento y http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_educaci%C3%B3n_en_Argentina
Todo el mundo reconoce que una buena
educación en términos generales hace mejores ciudadanos
respetuosos de la leyes y de los derechos inalienables de los demás y no deben
olvidar los responsables de la política pública que en lo económico, la
educación siempre ha sido la tabla de salvación que tienen los pobres para
salir de su opresiva pobreza. “El pobre sólo tiene dos caminos: estudiar o
seguir siendo pobre” era y sigue siendo,
a pesar de la crisis global, los mileuristas y el desempleo crónico, la
sabiduría convencional respecto al tema. Imitemos a Sarmiento y no dejemos que
muera la eterna esperanza de los pobres.
SABIO DIGNO DE IMITAR
.
Sarmiento sabio ejemplar
de la Educación pionero
fue un gran maestro primero
gobernó para educar
Hombre digno de imitar
pues sirve la educación
para ver la corrupción
como el crimen que esta ha sido
contra un pueblo desvalido
sin amparo u protección.
.
Sería mejor funcionario
un ciudadano educado
a quien el pueblo confiado
pondría a cuidar el Erario
La educación de ordinario
es cual virtud cardinal
de un país es capital
que enseña y paga con creces
a cuidar los intereses
y el orgullo nacional.
.
El pan de la Educación
nunca dan en demasía
aunque es de un país la vía
de cambiar de condición
y si aumentar la inversión
es el clamor popular
debe quien manda escuchar
esa voz en la confianza
que es del pueblo la esperanza
de la pobreza escapar.
.
Rafael Martínez Céspedes
14 de noviembre de 2011
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