Los sectores liberales europeos han comenzado a protestar porque a propósito de las revueltas en el Magreb y Oriente Próximo, la Unión Europea, en vez de alzar su voz sobre el genocidio que Ghadafy está llevando a cabo en Libia, está muy preocupada por el impacto de la inmigración de estos países sobre Europa y sobre la posibilidad de que en ellos surjan regímenes extremistas islámicos.
Una muestra, es un editorial de hoy del diario español “El País” que apunta entre muchas otras cosas lo siguiente: “Si la Unión Europea está preocupada por la inmigración, quiere decir que ha perdido su capacidad de jerarquizar los problemas a fuerza de mirarse el ombligo y está más interesada, no en proteger estos ciudadanos que se juegan la vida, sino en mantenerlos encerrados dentro de sus fronteras. En esa región el gran error histórico de las grandes potencias ha sido aceptar como un mal menor la dictadura que privaba de la libertad a millones de seres humanos, comparada con la amenaza del fanatismo religioso, cuando en realidad, se trata de dos enemigos que se han retroalimentado, y que han dejado atrapados a millones de personas a lo largo del mundo árabe en una tenaza que les privaba de libertad y de cualquier esperanza de progreso. Esta no es la Europa que requiere esta revolución.”
No debe además quejarse Europa, de que ahora toquen a sus puertas los inmigrantes de los países del mundo que fueron una vez colonizados por sus grandes potencias. “Estamos aquí, porque ustedes estuvieron allá” es siempre la lógica explicación de los rechazados inmigrantes. Francia lo hizo en Alger, en Marruecos, en Túnez, en Egipto. Italia lo hizo en Libia, España en el Marruecos español, Inglaterra y Estados Unidos han hecho muchos de estos países sus colonias económicas. Mientras tanto, los mercaderes internacionales del oro negro, aprovechan la ocasión y el precio se va trepando a las nubes y al final del caso los platos rotos los pagan como siempre los pobres tercermundistas que, sin armas ni petróleo, aprenden con sus estómagos el viejo dicho de que siempre en un litigio entre dos,
Una gran preocupación
tiene el Viejo Continente
pues sabe que el Medio Oriente
está en plena combustión
y le teme a una invasión
a una ola de islamismo
y que el virtual cataclismo
arruine su economía
o se caiga en la anarquía
de un radical fanatismo.
.
África una bella huerta
la Vieja Europa explotó
aunque al salir la dejó
medio exhausta y casi muerta
y si hoy tocan a su puerta
debe así filosofar:
que al más débil explotar
como es bíblico pecado
desde el fondo del pasado
siempre nos viene acosar.
.
Se sabe desde el inicio
que si dos están peleando
un tercero está gozando
y es quien saca beneficio
pues como cosa de vicio
el petróleo está subiendo
y los pobres ya sufriendo
la cruel especulación
pues le roba la inflación
lo poco que están comiendo.
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Rafael Martínez Céspedes
26 de febrero de 2011