domingo, 12 de julio de 2015

LOS MERCADERES DEL ODIO


Puede parecer una anécdota simpática, pero contiene una gran moraleja. Cuentan de esta señora, madre de 2 hijos de ambos sexos, los dos ya casados, que cuando le preguntaban cómo le iba a su hija en su matrimonio contestaba: “Magníficamente, su marido es un primor, hace las compras en el supermercado, cocina, lava los platos, limpia la casa y le ayuda a lavar la ropa: ¡Qué feliz está mi hija!”.

Y a su hijo, ¿cómo le va en su matrimonio? “Nada bien. Se ha casado con una arpía, esa señora deja que él haga las compras del supermercado, que cocine, que lave los platos y hasta que le ayude a limpiar la casa y a lavar la ropa: ¡Pobrecito mi hijo¡”

Dentro de los diversos grupos que constituyen una sociedad, tenemos que desempeñar papeles múltiples,  a veces en abierto conflicto de interés y para resolver la dicotomía, almacenamos en nuestro yo actitudes contradictorias en compartimientos estancos- como el caso de la señora del cuento en su doble papel de madre/suegra-  y las utilizamos a nuestra conveniencia según el papel o rol que nos toque desempeñar en un momento determinado.

Un caso similar al anterior, se presenta cuando nos toca jugar el doble papel de  ser ciudadanos de un país que recibe una carga masiva de inmigrantes que afectan nuestros empleos e ingresos y al mismo tiempo ser parte de ese mismo país que envía cientos de miles de sus propios ciudadanos a otras latitudes en busca de mejores oportunidades. Como en el caso de la madre/suegra tendemos a considerar que los derechos humanos de los inmigrantes en suelo propio, valen menos que los nuestros como emigrantes en suelo extraño. En este caso, digamos que el comportamiento de la gente puede entenderse, aunque la situación siempre es fuente de odio y resentimiento.

Lo que resulta perverso – aunque por desgracia inevitable- es la explotación de ese resentimiento y odio  para la consecución de objetivos políticos o para la preservación del Poder. Resulta inevitable, porque la política es perversa, siempre lo ha sido y parece que siempre lo será- y además por lo peligroso que ha resultado siempre mezclar  esa actividad  con la horrible psicología del Odio.

Es que del Odio al Terror  solo hay un corto paso, como lo atestiguan el Holocausto de la Alemania Nazi,  los genocidios en la Antigua Yugoslavia, las persecuciones del Ku Klux Klan para mencionar sólo unas pocas de las tantas otras situaciones de muerte y violencia que desbordan las páginas de la historia que nuestra mortífera especie ha escrito y sigue escribiendo con sangre en su paso por este planeta.   

Seguimos viendo por supuesto en la actualidad muchos de estos casos, en muchas partes del mundo, incluyendo naturalmente en nuestra isla. Me quiero referir sin embargo, al fenómeno del multimillonario estadounidense Donald Trump, quien para destacarse sobre la más de una docena de pre candidatos de su mismo partido a la Presidencia de los EUA, inició su campaña con un virulento ataque en contra de los inmigrantes mexicanos en suelo americano.  Aunque ha recibido una agria crítica de diversos sectores de esa sociedad y  un amplio rechazo de la comunidad latina, sin embargo su popularidad ha subido significativamente en las encuestas de opinión y ya los medios le han ofrecido una cobertura especial sobre los demás pre candidatos de su propio partido Republicano.

El Caso Trump demuestra de nuevo la efectividad y el poder transformador del Odio, características que lo convierten, como siempre y  a pesar de la peligrosidad a que aludimos anteriormente, en un arma letal contra  adversarios políticos que sean un poco más escrupulosos.

Dicho todo esto, me parece que si entendemos un poco más el tema, aunque nunca lo aceptemos, quizás podamos ser un poco más tolerantes con los mercaderes que hoy se dedican al lucrativo negocio de traficar con la intolerancia en todo el mundo. Mientras tanto, les dejo con unas décimas que nos explican


LO QUE SE ENTIENDE POR NUERA

“Nuera”, una suegra decía
su origen es facil ver
ya que “nu-era” la mujer
que para mi hijo quería
y a la infeliz llama “arpía”
si al hijito hace lavar
y sin rubor proclamar
con poca delicadeza
que es madre de una princesa
que al marido hace fregar.

Roles en contradicción
casi siempre hay que jugar
lo que puede generar
odio y discriminación
Ejemplo es la migración
que hace al hombre intolerante
porque uno ve al inmigrante
como una calamidad
aunque es oportunidad
cuando es uno el emigrante.

Proclamó triste verdad
un nazi exterminador
que solo crueldad, terror
respeta la Humanidad
Engendra el Odio crueldad
se puede bien demostrar
y nos debemos cuidar
de esa perversa jauría
que siempre a la minoría
ha querido incinerar.

Rafael Martínez Céspedes
12 de julio de 2015

sábado, 4 de julio de 2015

LA CASITA EN LA PRADERA



LA CASITA EN LA PRADERA

La casa más destacada
de un país tercermundista
necesita un exorcista
porque siempre está embrujada.
Aunque esté recién pintada
allá dentro hay suciedad
pues dicen la Honestidad
pronto huyó despavorida
y que la Equidad vencida
perdió de la Impunidad.

Dicen que un previo ocupante
que era dictador de oficio
dejó este gran maleficio
al próximo gobernante:
“Que en ese cargo importante
servir no sea lo primero
no serás jamás sincero
lo que importa es el Poder
y hacerse rico al vender
mil favores por dinero”.

No debemos olvidar
que molestos los vecinos
esos demonios ladinos
se decidan expulsar.
Pero ese mal acabar
siempre implica gran batalla
y aunque el débil siempre calla
se hace un día el Diablo mismo
añadiendo al exorcismo
resentimiento y metralla.

Rafael Martínez Céspedes

5 de julio de 2015