Si hay algo en que somos coherentes los dominicanos
como sociedad “democrática”, es que nuestras elecciones, aparte de
carnavalescas, siempre han sido traumáticas. Siempre hay un grupo en el Poder
que teme las represalias del grupo opositor y prefiere siempre usar todos los
recursos del Estado para alejarse del calabozo que les prometen los opositores.
Como ninguno de los partidos mayoritarios ofrece
propuestas concretas, pues el propósito del Poder es de servir como instrumento
clientelar para mantenerse o alcanzar dicho Poder, el discurso de los
contendientes se basa mayormente en descalificaciones o promesas huecas que
desacreditan el papel de la democracia en una sociedad depredada mayormente por
grupúsculos de forajidos disfrazados de políticos.
En el excelente libro del luchador anti trujillista
Luis F. Mejía que vio la luz en el 1944 titulado “De Lilís a Trujillo”, el
autor analiza la sociedad dominicana
desde el ajusticiamiento de Lilís en el 1899, hasta el advenimiento de la
dictadura trujillista en el 1930, incluyendo los diferentes gobiernos,
revoluciones y desfalcos que incluyeron la pérdida de nuestra soberanía con la
intervención de las tropas norteamericanas en el 1916. Leyendo esta obra, es como estar viviendo el
período desde la muerte de Trujillo hasta el presente: gobiernos corruptos,
endeudamiento al vapor, revoluciones, pérdida de la soberanía, conspiraciones,
transfuguismo, uso y abuso de los recursos del Estado y, sobre todo, el eterno drama de un pueblo pobre
y dependiente, siempre viviendo de la esperanza de las promesas incumplidas de
sus mal llamados dirigentes.
Por eso no nos sorprendió hace poco, la intervención
abierta de los embajadores de un grupo de poderosas naciones con intereses en el
país y con un obvio conocimiento de nuestra historia patria, quienes francamente abordaron al Presidente de
la República Dominicana, para exigirle “transparencia, objetividad y abandono
de la violencia” en el proceso electoral del 20 de mayo de 2012. Ojalá que sus
palabras admonitorias no hayan caído en oídos sordos. Mientras tanto, la
pregunta que quisiéramos Dios nos respondiera negativamente si la formulamos es
Un grupo de Embajadores
de poderosas naciones
teme que estas elecciones
produzcan DOS ganadores
y expresaron sus temores
que los votos al contar
quieran ambos alegar
"este triunfo es sólo mío"
por lo que la sangre al río
temen pudiese llegar.
.
La nutrida comisión
declaró que hasta el presente
el puesto de Presidente
sólo es UNA posición
y que una revolución
se podría estar gestando
si se siguen insultando
para el Poder alcanzar
pues no lo querrá soltar
el grupito que está al mando.
.
Que triste es la tierra mía
y que corta es su memoria
al olvidar nuestra Historia
perdemos soberanía
y no ve como osadía
o una vil intromisión
que un Gran Vecino o Nación
nos tenga que amonestar
o en cualquier caso llamar
como a un niño la atención.
Rafael Martínez Céspedes
12 de mayo de 2012