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¡¡Ah el maravilloso poder de la música!!. Ahí están
los increíbles resultados de un fabuloso experimento puesto en marcha en
Venezuela y denominado “El Sistema”, un programa de educación musical fundado
en el 1975 por el economista venezolano
y músico José Antonio Abreu, que en la
actualidad cuenta con una red de 120 orquestas juveniles y 60 orquestas
infantiles, con un número de aproximadamente 350.000 jóvenes.
La meta de EL Sistema, es “usar la música para la
protección de la niñez por medio del entrenamiento, rehabilitación y prevención
del comportamiento criminal. El programa es conocido por rescatar a gente joven
en circunstancias extremadamente empobrecidas del ambiente de abuso de drogas y
el crimen en el que de otra manera ellos probablemente serían arrastrados”. “Son
muchos los organismos y organizaciones internacionales que reconocen a El
Sistema como un programa de educación musical único, digno de ser implementado
en todas las naciones del mundo y, principalmente, en aquellos países que
buscan disminuir sus niveles de pobreza, analfabetismo, marginalidad y
exclusión en su población infantil y juvenil”* (*Ver link: http://www.fesnojiv.gob.ve/es/el-sistema.html).
En el otro lado del planeta, en el Congo, país del
Africa Central que de ser una próspera colonia a principios del siglo XX, pasó a
ser el país más pobre del mundo, donde las guerras y revoluciones son
endémicas, me tocó ver recientemente un
documental del programa de la CBS, “60 minutes” sobre los esfuerzos de un grupo
de ciudadanos en la capital Kinshasa, de formar una orquesta sinfónica. Ver
este corto documental es maravillarse de la inmensa capacidad de la especie
humana de crecer dentro de condiciones de pobreza material y miseria que
desafían al más optimista de los espíritus. Ver este documental es alimentar la
esperanza. A esa esperanza le dedico estas décimas
TROCANDO LA NOCHE EN DÍA
A inicios del Siglo Veinte
en el África Central
era el Congo proverbial
esmeralda reluciente
pero hoy se muere su gente
de guerras e inanición
y es la más pobre nación
donde ya no hay primaveras
pues los blancos sin fronteras
provocaron su extinción.
.
Por eso grata sorpresa
fue en el Congo descubrir
que pueden coexistir
vida culta con pobreza
ya que es tremenda proeza
digna de un gran monumento
pues no deja sin aliento
ver una orquesta crear
sin en principio contar
con músicos o instrumentos.
.
Extraña es la humanidad
somos un raro animal
cuya fuerza espiritual
crece con la adversidad
y la música en verdad
para todos es la vía
de trocar la noche en día
con su mágico poder
que el terrenal padecer
lo transforma en alegría.
Rafael Martínez Céspedes
20 de abril de 2012,